El valiente viaje de Benito

Había una vez un niño llamado Benito, que vivía en un pequeño pueblo rodeado de montañas. Benito era muy curioso y siempre tenía ganas de aprender cosas nuevas.

Un día, mientras exploraba el bosque cercano a su casa, encontró una extraña piedra brillante. Intrigado por su brillo, Benito decidió llevársela a casa para investigarla. Al llegar a su habitación, colocó la piedra sobre su escritorio y se sentó frente a ella con los ojos llenos de emoción.

De repente, la piedra comenzó a emitir una luz intensa y se transformó en un ser pequeñito pero muy sabio. - ¡Hola, Benito! Soy Cuerpo Mundo Inteligencia Fin Miedo -dijo el ser con una voz amigable-.

He estado esperando mucho tiempo para conocerte.

Benito quedó asombrado al escuchar eso y preguntó:- ¿Quién eres tú? ¿Cómo sabes mi nombre? - Soy un ser especial que ha sido enviado para ayudarte a superar tus miedos y alcanzar todo tu potencial -respondió Cuerpo Mundo Inteligencia Fin Miedo-. Conozco tu nombre porque he estado observándote desde hace mucho tiempo y sé lo valiente que eres. Benito se sintió emocionado al escuchar esas palabras.

Siempre había tenido miedos que le impedían hacer muchas cosas y anhelaba superarlos. - Pero... ¿cómo puedes ayudarme? -preguntó Benito con curiosidad.

Cuerpo Mundo Inteligencia Fin Miedo sonrió y explicó:- A partir de ahora, cada noche cuando te duermas, entraré en tus sueños y te guiaré para enfrentar tus miedos. Juntos, superaremos cada obstáculo que se presente. Así comenzó la increíble aventura de Benito junto a Cuerpo Mundo Inteligencia Fin Miedo.

Cada noche, el pequeño niño cerraba los ojos y se adentraba en un mundo lleno de desafíos. Juntos, saltaban por acantilados altísimos, surfeaban olas gigantes y exploraban cuevas oscuras. Poco a poco, Benito fue perdiendo el miedo a las alturas, al agua y a la oscuridad.

Se dio cuenta de que todas esas cosas no eran tan terribles como parecían. Cuerpo Mundo Inteligencia Fin Miedo le enseñó técnicas para mantener la calma y pensar con claridad en situaciones difíciles.

Un día, mientras exploraban una montaña nevada, Benito encontró un puente roto que lo separaba del otro lado. El miedo empezó a apoderarse de él nuevamente. - No puedo cruzar este puente roto -dijo Benito tembloroso-.

¡Tengo mucho miedo! Cuerpo Mundo Inteligencia Fin Miedo se acercó a él y le dijo:- Escucha tu corazón, Benito. Tú tienes el coraje necesario para hacerlo. Confía en ti mismo. Benito asintió con determinación y dio un paso adelante.

Para su sorpresa, el puente comenzó a reconstruirse frente a sus ojos conforme avanzaba lentamente hacia el otro lado. A medida que Benito superaba sus miedos uno por uno, se volvía más valiente y confiado.

Sus amigos y familiares notaron el cambio en él y se sentían orgullosos de su crecimiento. Finalmente, llegó el día en que Benito ya no necesitaba la ayuda de Cuerpo Mundo Inteligencia Fin Miedo. Había superado todos sus miedos y había encontrado la fuerza dentro de sí mismo.

- Gracias por todo, Cuerpo Mundo Inteligencia Fin Miedo -dijo Benito con gratitud-. Nunca olvidaré lo que has hecho por mí. Cuerpo Mundo Inteligencia Fin Miedo sonrió y respondió:- Recuerda siempre que la valentía está dentro de ti.

Nunca temas enfrentar tus miedos, porque solo así podrás alcanzar tus sueños más grandes. Y así, Benito continuó su vida siendo un niño valiente y decidido a enfrentar cualquier desafío que se le presentara.

Aprendió a confiar en sí mismo y a nunca dejar que el miedo lo detuviera.

Y cada vez que miraba aquella piedra brillante en su escritorio, recordaba la increíble aventura junto a Cuerpo Mundo Inteligencia Fin Miedo, quien le enseñó que el único límite es aquel que nosotros mismos nos ponemos.