El valiente viaje de Mateo al Reino de los Dones
En un lejano reino, vivía un niño llamado Mateo. A pesar de su apariencia fuerte y valiente, todos en el pueblo pensaban que él tenía miedo de muchas cosas, incluido el desafío de ir al temible Reino de los Dones. Este lugar estaba protegido por feroces soldados malvados, y la gente decía que solo los valientes podían entrar.
Un día, Mateo escuchó a algunos lugareños hablar sobre el miedo que les provocaba el Reino de los Dones. Hablaban de las maravillas que allí se encontraban, pero también advertían sobre los peligros que aguardaban a quienes se aventuraban a cruzar sus fronteras. El valiente corazón de Mateo se encendió en deseos de demostrarles a todos que él no temía a nada.
Decidido a enfrentar su miedo, Mateo se puso en marcha hacia el Reino de los Dones. En el camino, se encontró con un sabio viejo que le dijo: "El verdadero valor no es la ausencia de miedo, sino la voluntad de enfrentarlo".
Al llegar a las puertas del Reino, Mateo vio a los temibles soldados malvados que custodiaban la entrada. A pesar de sentir miedo en lo más profundo de su ser, se armó de coraje y se acercó a los guardias. "¡Alto ahí, niño! Nadie pasa sin antes vencer al miedo que hay en su interior", le dijeron los soldados burlonamente.
Con determinación, Mateo les respondió: "Sé que tengo miedo, pero también sé que soy valiente. No dejaré que el miedo me detenga".
Impresionados por la valentía y determinación del pequeño, los guardias malvados decidieron permitirle la entrada. Mateo recorrió el Reino de los Dones, enfrentando sus miedos en cada paso del camino. Descubrió que las personas valientes no son las que no tienen miedo, sino las que deciden seguir adelante a pesar de ello.
Finalmente, Mateo regresó a su pueblo convertido en un verdadero héroe. Contó a todos sus amigos, familiares y vecinos sobre su valiente viaje al Reino de los Dones, animándolos a enfrentar sus miedos y seguir adelante, como él lo hizo.
Desde ese día, Mateo inspiró a muchos, enseñándoles que el valor no es la ausencia de miedo, sino la fortaleza para superarlo. Y el Reino de los Dones, que había sido un lugar temido, pasó a ser conocido como un lugar de valientes triunfadores.
FIN.