El valiente viaje de Tomás en Halloween


Había una vez un pequeño llamado Tomás que estaba muy emocionado por celebrar Halloween. Se había disfrazado de su superhéroe favorito y se había unido a la multitud en busca de dulces y diversión.

Pero, mientras recorría las calles llenas de gente, Tomás se despistó y se perdió entre la muchedumbre. A medida que pasaba el tiempo, el niño comenzó a sentirse cada vez más asustado. No sabía qué hacer ni cómo encontrar a sus padres.

Desesperado por encontrar ayuda, Tomás vio una casa vieja y decidió acercarse para pedir auxilio. Golpeó la puerta con fuerza, pero nadie respondió.

Decidió entrar sin permiso y fue entonces cuando descubrió que el dueño de esa casa era un anciano solitario llamado Don Emilio. Don Emilio vivía solo desde hacía muchos años y debido a la falta de compañía, su mente empezaba a jugarle malas pasadas.

Cuando vio al pequeño Tomás entrar en su hogar sin previo aviso, sintió miedo e incomodidad. "¡Niño! ¿Qué haces aquí? ¡Sal inmediatamente!"- exclamó Don Emilio con voz temblorosa. Tomás no entendía lo que le decía el anciano asustadizo y solo quería encontrar seguridad.

Así que corrió hacia la puerta para escapar del lugar aterrador. Sin embargo, en su prisa por salir, tomó un camino equivocado y terminó adentrándose aún más en un oscuro bosque cercano.

El niño caminaba perdido entre los árboles, temblando de frío y con el corazón lleno de miedo. Pero, para su sorpresa, en medio de la oscuridad vio una luz brillante que provenía de una cabaña. Tomás se acercó cautelosamente y descubrió que era un campamento de exploradores.

Los valientes exploradores lo encontraron y lo llevaron a su campamento donde le dieron ropa caliente y algo para comer. Mientras Tomás se sentía seguro entre los exploradores, ellos le contaron historias emocionantes sobre sus aventuras en el bosque.

Le enseñaron cómo orientarse y cómo sobrevivir en la naturaleza. "Nunca te alejes demasiado sin tener un plan o alguien que te acompañe", le dijo uno de los exploradores al niño. "Es importante mantener la calma cuando estés perdido y buscar ayuda".

Después de pasar la noche con los exploradores, Tomás fue llevado nuevamente a casa por sus padres angustiados. Cuando llegaron, abrazaron a su hijo con cariño y prometieron cuidarlo mejor en futuras ocasiones.

El pequeño Tomás aprendió una gran lección ese Halloween: nunca debes entrar en casas desconocidas sin permiso y siempre es importante mantenerse cerca de tus seres queridos cuando estés fuera. También aprendió que hay personas amables dispuestas a ayudar si alguna vez te encuentras en problemas.

Desde aquel día, Tomás valoró más a su familia y siempre siguió las reglas para evitar situaciones peligrosas.

Y cada vez que recordaba esa noche espeluznante, sonreía sabiendo que había aprendido importantes lecciones gracias a unos valientes exploradores del bosque.

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