El valiente viaje de Tomás y la magia de la oscuridad



Había una vez un niño llamado Tomás que tenía mucho miedo a la oscuridad. Cada noche, cuando llegaba el momento de apagar las luces y acostarse, su corazón se llenaba de temor.

No podía conciliar el sueño y se quedaba despierto temblando bajo las sábanas. Un día, mientras jugaba en el parque, Tomás conoció a un hada muy especial llamada Luna. Luna era pequeña y brillante como una estrella y llevaba consigo un libro mágico.

Al ver la tristeza en los ojos de Tomás, decidió ayudarlo. "-Hola, ¿eres tú el niño que tiene miedo a la oscuridad?", preguntó Luna. Tomás asintió tímidamente. "-No te preocupes", dijo Luna con una sonrisa tranquilizadora.

"Tengo algo aquí que puede ayudarte". Luna abrió su libro mágico y comenzó a contarle a Tomás una historia fascinante sobre un valiente aventurero llamado Mateo.

Mateo también tenía mucho miedo a la oscuridad, pero decidió enfrentarlo para poder descubrir cosas maravillosas que solo ocurrían por la noche. "-¿Qué hizo Mateo para superar su miedo?", preguntó Tomás emocionado por conocer más detalles de esta historia.

Luna le explicó cómo Mateo empezó poco a poco: primero encendió una pequeña linterna para iluminar su camino hacia la oscuridad. Luego exploró habitaciones oscurecidas en su casa hasta sentirse cómodo allí dentro. Después salió al jardín durante la noche para admirar las estrellas y escuchar los sonidos nocturnos.

"-Y así, Mateo fue venciendo su miedo a la oscuridad paso a paso", concluyó Luna. "¿Te gustaría intentarlo también?"Tomás asintió con determinación. Aunque todavía sentía miedo, estaba dispuesto a enfrentarlo para poder descubrir cosas maravillosas como Mateo.

Esa misma noche, Tomás siguió los pasos de Mateo y encendió una pequeña linterna en su habitación. Poco a poco, se adentró en la oscuridad y comenzó a descubrir que no era tan terrible como pensaba.

Vio cómo las sombras jugaban con su imaginación y cómo el silencio nocturno era relajante. Con cada noche que pasaba, Tomás se aventuraba más lejos en la oscuridad: exploraba el jardín, observaba las estrellas y escuchaba el canto de los grillos.

Descubrió que la oscuridad es solo un lugar diferente lleno de belleza y misterio. Un día, después de haber superado por completo su miedo a la oscuridad, Tomás decidió compartir su experiencia con otros niños que también tenían temor.

"-No tienen por qué tenerle miedo", les dijo con valentía. "La oscuridad puede ser un lugar fascinante si lo miramos desde otro punto de vista". Los niños escucharon atentamente las palabras de Tomás y decidieron darle una oportunidad a la oscuridad.

Juntos exploraron nuevas aventuras nocturnas sin temor alguno. Desde ese día, Tomás se convirtió en un verdadero héroe para todos los niños del vecindario.

Y cada noche, antes de irse a dormir, encendía una pequeña linterna en su ventana para recordarles que no hay nada que temer en la oscuridad. Y así, gracias al coraje y determinación de Tomás, todos los niños aprendieron a enfrentar sus miedos y descubrieron el poder de la valentía.

FIN.

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