El valiente yaguareté

Había una vez en la selva chaqueña de Argentina, un yaguareté llamado Simón. Simón era un yaguareté joven y valiente que vivía en armonía con los demás animales de la selva.

Un día, mientras Simón caminaba por la selva, escuchó un fuerte ruido proveniente del horizonte. El ruido se acercaba rápidamente y Simón se puso nervioso. "¡Qué está pasando!" exclamó Simón. Los demás animales de la selva también escucharon el ruido y se alarmaron.

"¡Es un incendio en el bosque!" gritó el pájaro carpintero. Todos los animales comenzaron a correr asustados en busca de refugio, excepto Simón. "¡Debemos avisar a todos los animales para que puedan huir!", dijo decidido Simón.

A pesar de su miedo, Simón sabía que debía hacer algo para ayudar a sus amigos de la selva. Comenzó a correr velozmente de un lado a otro, advirtiendo a los animales sobre el peligro inminente. "¡Debemos salir de la selva!" les decía a cada uno de ellos.

Al escuchar las advertencias de Simón, los animales dejaron de correr sin rumbo y siguieron su ejemplo. Juntos, lograron llegar a un claro, donde estarían a salvo del incendio.

Simón se convirtió en el líder valiente y solidario que la selva necesitaba en ese momento de crisis. Afortunadamente, los guardaparques llegaron a tiempo y lograron controlar el incendio. La selva se recuperó poco a poco y los animales volvieron a sus hogares.

Simón se ganó el respeto y la admiración de todos, y la selva nunca olvidó su valentía y determinación para proteger a sus amigos.

Desde ese día, Simón se convirtió en el guardián de la selva, velando por la seguridad y el bienestar de todos los animales que en ella habitan.