El valiente Yasser en el bosque de amigos
Había una vez en un bosque muy frondoso y misterioso, un niño llamado Yasser q que se había perdido mientras jugaba con sus amigos.
El sol comenzaba a ponerse y Yasser q se dio cuenta de que estaba solo y lejos de casa. Tenía hambre y no sabía qué hacer. Yasser q caminó por el bosque, buscando algo para comer. De repente, escuchó un ruido entre los árboles.
Se acercó con cautela y descubrió a un mapache travieso que estaba comiendo unas deliciosas bayas rojas. "Hola, pequeño amigo mapache. ¿Puedes decirme dónde puedo encontrar algo de comer? Estoy perdido y tengo mucha hambre", dijo Yasser q con voz temblorosa.
El mapache lo miró con curiosidad y luego le señaló el camino hacia un manzano cercano cargado de jugosas manzanas. "Gracias, amiguito mapache. Eres muy amable", exclamó Yasser q emocionado.
Yasser q corrió hacia el manzano y empezó a comer las deliciosas manzanas que encontró en el suelo. Su estómago ya no gruñía de hambre y se sentía más animado. De repente, escuchó otro ruido proveniente de unos arbustos cercanos.
Con cuidado se acercó y vio a una familia de conejos jugando entre ellos. "¡Hola! Soy Yasser q, ¿pueden ayudarme? Estoy perdido en este bosque", les dijo con esperanza en los ojos. Los conejos lo rodearon cariñosamente y decidieron guiarlo hacia la salida del bosque.
Saltaban adelante para mostrarle el camino correcto, mientras Yasser q los seguía felizmente. Después de un largo camino lleno de aventuras, finalmente llegaron al borde del bosque donde la luz del sol brillaba cálidamente.
Yasser q vio a lo lejos su casa y sintió una mezcla de alegría por haber encontrado el camino de regreso y tristeza por despedirse de sus nuevos amigos animales. "Gracias por ayudarme en mi momento de necesidad, queridos amigos mapaches y conejitos.
Siempre recordaré su amabilidad", les dijo Yasser q con gratitud en su corazón. Los animales asintieron felices y desaparecieron entre los árboles mientras Yasser q corría hacia su casa, donde lo esperaban ansiosos sus padres preocupados.
Desde ese día, Yasser q aprendió la importancia de ser valiente, pedir ayuda cuando la necesitaba e incluso hacer nuevos amigos inesperados en tiempos difíciles. Nunca más volvió a perderse en el bosque, pero siempre recordaría con cariño esa increíble aventura que lo marcó para siempre.
FIN.