El valioso mundo de Ana

Era el primer día de clases en la Escuela Primaria Las Rosas, y Sofía estaba emocionada por comenzar el tercer grado. Sin embargo, al entrar a su nueva clase, notó a una niña llamada Ana que parecía un poco distinta.

Ana no hablaba mucho, prefería jugar sola y a veces hacía movimientos extraños con las manos.

Sofía no entendía por qué era así, y junto con sus amigas, empezó a alejarse de Ana sin darse cuenta de que la estaban excluyendo.

Los días pasaron y la situación no cambió. Ana estaba cada vez más sola, y Sofía, aunque en el fondo se sentía incómoda por lo que estaba sucediendo, seguía evitándola.

Un día, la maestra organizó una actividad en la que todos tenían que formar parejas. Nadie quería ser la pareja de Ana, y la maestra tuvo que pedirle a Sofía que fuera con ella. Al principio Sofía se resistió, pero al ver la mirada triste de Ana, aceptó.

Durante la actividad, se dio cuenta de que Ana era muy buena dibujando y que le encantaban los animales, y aunque no hablaba mucho, tenía muchas cosas bonitas que compartir.

Esa tarde, le contó a sus amigas lo que había descubierto, y juntas decidieron incluir a Ana en sus juegos y conversaciones. Poco a poco, Ana comenzó a abrirse, y la clase entera descubrió lo increíble que era.

Sofía se dio cuenta de que todos somos diferentes, pero que eso no nos hace menos especiales. Ana se convirtió en parte importante de su vida, y juntas vivieron muchas aventuras en el maravilloso mundo que Ana tenía en su corazón.