El valor de Brenda



Había una vez en un pequeño pueblo llamado Villa Feliz, una niña llamada Brenda. Brenda era muy alegre y creativa, le encantaba dibujar, jugar con sus amigos y explorar la naturaleza.

Sin embargo, Brenda tenía un problema: le tenía mucho miedo a su mamá. Su mamá, María, era una mujer cariñosa y amorosa, pero a veces su tono de voz fuerte y firme asustaba a Brenda.

Cada vez que María le pedía hacer algo o le llamaba la atención por alguna travesura, Brenda se ponía nerviosa y temblaba de miedo. Un día, mientras jugaba en el parque con sus amigos, Brenda se perdió.

Buscó por todos lados pero no podía encontrar el camino de regreso a casa. Comenzó a llorar desconsoladamente hasta que escuchó una voz familiar que la llamaba: era su mamá. "Brenda, ¿estás bien? ¡Qué susto me diste! Ven aquí", dijo María con preocupación en su voz.

Brenda temblaba de miedo al acercarse a su mamá. Pero para sorpresa de Brenda, en lugar de regañarla o gritarle, María la abrazó con ternura y le dijo:"No tengas miedo, mi niña. Siempre estaré aquí para cuidarte y protegerte".

Brenda se dio cuenta en ese momento de que su mamá no era alguien a quien debía temer, sino alguien que la amaba incondicionalmente.

A partir de ese día, Brenda comenzó a perder poco a poco el miedo que sentía hacia su mamá. María y Brenda pasaron más tiempo juntas haciendo actividades divertidas como cocinar juntas, leer cuentos antes de dormir y pintar cuadros. Con cada momento compartido, el vínculo entre madre e hija se fortalecía cada vez más.

Un año después del incidente en el parque, Brenda ya no sentía miedo hacia su mamá. Habían construido una relación basada en el amor, la confianza y el respeto mutuo.

Y así fue como Brenda aprendió que incluso cuando algo nos asusta al principio, si nos atrevemos a enfrentarlo podemos descubrir nuevas formas maravillosas de conexión y crecimiento personal.

Desde entonces, Brenda nunca más sintió miedo hacia su mamá; sabía que siempre estarían juntas para apoyarse mutuamente en cada paso del camino. Y juntas vivieron felices para siempre en Villa Feliz.

FIN.

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