El valor de dos amigas
Un día soleado, Renata y Clara decidieron ir al bosque a jugar con su perro Yuco. Al llegar, se quitaron los zapatos para sentir la tierra bajo sus pies y corrieron hacia los árboles.
- ¡Mira Renata! ¡Un pájaro azul! - exclamó Clara señalando hacia arriba. Renata miró en la dirección que le indicaba su amiga y vio al hermoso pájaro revoloteando entre las ramas de un árbol cercano. - ¡Qué bonito! - respondió Renata emocionada.
Yuco, por su parte, corría detrás de una mariposa que volaba libremente entre las flores del bosque. Las risas y los ladridos del perro llenaban el aire mientras jugaban juntos.
De repente, escucharon un ruido extraño proveniente del otro lado del bosque. Yuco comenzó a ladrar fuerte y ambas niñas se asustaron un poco. - ¿Qué será eso? - preguntó Clara temerosa. - No lo sé... pero creo que es mejor no acercarnos - respondió Renata con voz seria.
Decidieron dar media vuelta e irse a casa antes de que algo malo les pasara en el bosque. Caminaron juntas en silencio hasta que llegaron a casa de Clara.
Ya adentro, sentadas en el sofá, hablaron sobre lo divertido que había sido jugar con Yuco en el bosque y también sobre el miedo que habían sentido al escuchar ese ruido extraño.
- A veces tenemos miedo de cosas desconocidas, como ese ruido en el bosque - dijo Renata pensativa - pero no debemos dejar que ese miedo nos detenga. Debemos enfrentarlo y seguir adelante, como lo hicimos al salir del bosque. Clara asintió con la cabeza, entendiendo el mensaje de su amiga.
A partir de ese día, ambas niñas aprendieron a enfrentar sus miedos juntas y nunca dejaron que nada las detuviera en su camino hacia la aventura.
Y así, Renata, Clara y Yuco siguieron jugando y explorando nuevos lugares juntos, disfrutando cada momento de la vida sin temor a lo desconocido.
FIN.