El Valor de José
Érase una vez, en un pequeño pueblo, un niño llamado José. José era un chico alegre y curioso, siempre tenía una sonrisa en el rostro y una pregunta lista para hacer. A pesar de que se desplazaba en una silla de ruedas, nunca se dejó vencer por las dificultades. Su amor por aprender lo llevaba a la biblioteca de la escuela todos los días, donde devoraba libros sobre ciencia, historia y aventuras.
Sin embargo, no todo era perfecto en la vida de José. En la escuela, su maestra, la señora Marta, a menudo lo ignoraba. José levantaba la mano entusiasmado para responder preguntas, pero la docente nunca lo miraba. Sus compañeros tampoco ayudaban; algunos lo trataban con desprecio y lo apodaban —"Rueditas" o —"Cochecito" . José intentaba ignorar los apodos y sonreír, pero eso le dolía.
Un día, la escuela anunció que habría un concurso de talentos. Todos los estudiantes podían presentar algo especial. José decidió que quería ser parte de ello. "Voy a mostrarles a todos lo que puedo hacer con mi presentación sobre los planetas," pensó con determinación.
Cuando José compartió su idea en clase, los murmullos comenzaron. "¿Por qué no mejor te quedás en tu rincón?" -dijo Lucas, un niño que siempre se burlaba de él. José sintió un nudo en el estómago, pero decidió que no se daría por vencido.
Con apoyo de su mamá, trabajó en su presentación durante varios días. Creó un hermoso mural con planetas hechos de papel, y se preparó para contarle a sus compañeros sobre ellos. Sin embargo, a medida que se acercaba el día del concurso, la inseguridad comenzó a apoderarse de él.
La tarde del concurso, el auditorio estaba lleno de estudiantes y padres. Cuando fue su turno, tomó aire y, aunque tenía un poco de miedo, sonrió al ver a su mamá entre el público. "Hola, soy José y hoy les hablaré sobre nuestro sistema solar," comenzó, su voz temblando al principio. Pero a medida que avanzaba, su confianza creció.
Sus compañeros comenzaron a prestarle atención, e incluso algunos se esforzaban por no reírse. "Aquí tenemos al planeta Tierra, que es nuestro hogar, y el planeta Marte, conocido como el planeta rojo," dijo José, señalando su mural.
Cuando terminó, el auditorio estalló en un aplauso. Todos los niños, incluida la señora Marta, se dieron cuenta de lo increíble que era la presentación de José. "¡Eso fue genial, José!" -gritó su compañera Sofía.
Ese día, algo cambió. Sus compañeros se acercaron a él y comenzaron a hacerle preguntas sobre su presentación. "¿Cómo hiciste ese mural?" -preguntó Tomás, uno de los chicos que solía burlarse de él.
José, con su sonrisa radiante, empezó a explicarle cómo había trabajado en él. Les habló sobre su amor por los planetas y los libros. "Me encantaría que todos vinieran a la biblioteca conmigo algún día para aprender más", dijo José.
Esa invitación no solo fue bien recibida, sino que terminó por unirlos. Poco a poco, los niños comenzaron a ver a José como un amigo, no solo como —"Rueditas" . La señora Marta, diciendo que había aprendido la importancia de escuchar a todos sus alumnos, decidió incluir a José en todas las actividades de la clase.
José descubrió que no solo era brillante, sino también capaz de inspirar a otros. Con el paso del tiempo, su grupo de amigos se amplió. Juntos, hacían trabajos en equipo, compartían risas y hasta crearon un club de ciencias donde todos podían compartir sus proyectos favoritos.
José, con su esfuerzo y alegría, no solo transformó su vida en la escuela, sino que también les enseñó a sus compañeros sobre la inclusión y la amistad. Al final del año escolar, José ganó un premio por su valor y su presentación, pero, sobre todo, había ganado un lugar en el corazón de todos.
Así, el pequeño José, que se desplazaba en una silla de ruedas, no solo llevó alegría y conocimiento a su escuela, sino que también se convirtió en un ejemplo de cómo con amor y perseverancia se pueden lograr grandes cambios.
Y así, todos aprendieron que lo más importante no es cómo nos movemos, sino cómo nos conectamos y apoyamos unos a otros en este mundo.
Y colorín colorado, este cuento se ha acabado.
FIN.