El valor de Juan


En una escuela de un pequeño pueblo, vivía un niño llamado Juan. Era un niño alegre y lleno de energía, pero tenía un problema: un compañero de clase llamado Lucas lo molestaba todos los días en el recreo.

Un día, Juan decidió hablar con su maestra, la Señorita Laura, para contarle lo que estaba sucediendo. Entró tímidamente al salón de clases después del recreo y se acercó a ella.

"Señorita Laura, ¿podemos hablar un momento?", preguntó Juan con voz temblorosa. La maestra notó la preocupación en los ojos de Juan y le respondió cariñosamente: "¡Claro, Juan! Siempre estoy aquí para escucharte.

¿Qué sucede?"Juan le contó a la maestra cómo Lucas lo molestaba constantemente en el recreo, haciéndole bromas pesadas y empujándolo. La Señorita Laura escuchó atentamente cada palabra de Juan y le dio una sonrisa tranquilizadora. "Gracias por confiar en mí y contarme esto, Juan.

Es muy valiente de tu parte buscar ayuda", dijo la maestra con orgullo. "Voy a hablar con Lucas para resolver esta situación". Esa misma tarde, la Señorita Laura habló con Lucas sobre el comportamiento inapropiado que había estado teniendo hacia Juan.

Le explicó lo importante que era respetar a sus compañeros y tratarlos con amabilidad. Lucas reflexionó sobre sus acciones y se disculpó sinceramente con Juan al día siguiente en el recreo. Desde entonces, dejó de molestarlo y comenzaron a llevarse mejor.

Juan aprendió que no estaba solo frente a los problemas y que siempre podía acudir a un adulto de confianza como su maestra para buscar ayuda.

También comprendió la importancia del perdón y la capacidad de cambiar las cosas hablando abiertamente sobre ellas. A partir de ese día, Juan disfrutaba mucho más ir a la escuela sabiendo que tenía el apoyo tanto de sus amigos como de sus maestros.

Y Lucas aprendió una valiosa lección sobre respeto y empatía hacia los demás. La historia de Juan nos enseña que es fundamental comunicar nuestros problemas y buscar ayuda cuando sea necesario para encontrar soluciones positivas.

Todos merecemos sentirnos seguros y respetados en nuestro entorno escolar ¡Y recuerda siempre ser amable con tus compañeros!

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