El valor de la amistad
Había una vez un niño llamado Marco que tenía una mejor amiga llamada Diyis. Los dos eran inseparables y siempre se divertían juntos en el parque, jugando a la pelota o corriendo por los toboganes.
Pero con el tiempo, Marco comenzó a sentir algo más por Diyis. Se enamoró de ella y quería decirle lo que sentía, pero no sabía cómo hacerlo.
Un día, mientras paseaban por el parque juntos, Marco decidió que era hora de hablar con Diyis sobre sus sentimientos. Pero cuando intentó decirle lo que sentía, ella le dijo que tenía miedo de corresponder a ese amor porque le daba miedo volver a sufrir.
Marco se sintió triste al escuchar eso y no supo qué hacer para ayudarla. Pero luego recordó algo importante: cuando uno ama a alguien, también debe respetar sus sentimientos y decisiones.
Así que en lugar de presionarla para que correspondiera a su amor, Marco decidió seguir siendo amigo de Diyis como siempre lo había sido. Y aunque seguía enamorado de ella, aprendió a aceptar su decisión y darle espacio para tomar las suyas propias.
Pero entonces ocurrió algo inesperado: Diyis comenzó a notar los pequeños detalles especiales que hacían de Marco un gran amigo. Como cuando él la ayudaba con sus tareas escolares o le regalaba flores solo porque sí.
Poco a poco fue descubriendo lo mucho que significaba para ella tener un amigo como él en su vida. Y aunque todavía tenía miedo del amor romántico después de haber pasado por una experiencia dolorosa antes, comenzó a darse cuenta de que el amor también podía venir en forma de amistad.
Así, Marco y Diyis continuaron siendo amigos inseparables, aprendiendo juntos sobre la importancia del respeto mutuo y el valor de una amistad verdadera.
Y aunque sus sentimientos no siempre fueron correspondidos de la manera que esperaban, nunca dejaron de apoyarse y quererse como buenos amigos que eran. .
FIN.