El valor de la amistad
Érase una vez en un colorido pueblo llamado Sol Brillante, dos amigas inseparables: Lola y Sofía.
Un día, mientras paseaban por la calle principal, Sofía se encontró con su amado de Badajoz, y sin pensarlo dos veces, se abrazaron y se dieron un dulce beso. Mientras tanto, Lola se quedó parada, observándolos con una expresión de aburrimiento. Después de ese momento, la actitud de Sofía cambió por completo.
Comenzó a tratar a Lola como si fuera su criada, pidiéndole constantemente que hiciera las tareas más simples y sin mostrarle ni un ápice de gratitud. Lola se sentía triste y desanimada por la actitud de su amiga, pero no sabía cómo abordar la situación.
FIN.