El Valor de la Amistad
Había una vez dos hermanas muy unidas, Sofía y Valentina. Sofía tenía un amigo llamado Lucas, a quien Valentina no le caía nada bien.
No le gustaba su forma de vestirse, ni su risa estridente, ni siquiera su manera de hablar. Valentina siempre se mostraba fría con Lucas, evitándolo siempre que podía. Esto entristecía a Sofía, quien no entendía por qué su hermana no aceptaba a su querido amigo.
Un día, Valentina se animó a decirle a Sofía lo que sentía. "No me gusta Lucas, no entiendo cómo pueden ser amigos. No tenemos nada en común y me hace sentir incómoda".
Sofía escuchó a su hermana con paciencia y cariño, luego le explicó que aunque Lucas y Valentina fueran diferentes, eso no significaba que no pudieran llevarse bien. "Todos somos únicos, Vale. Aunque no tengan gustos similares, ambos son importantes para mí. Me encantaría que pudieran darse la oportunidad de conocerse mejor".
Valentina reflexionó sobre las palabras de su hermana y, finalmente, accedió a pasar tiempo con Lucas. Para su sorpresa, descubrió que tenían más en común de lo que pensaba. Ambos disfrutaban de las mismas películas y compartían la pasión por la naturaleza.
Con el tiempo, la actitud de Valentina hacia Lucas cambió y, al final, se convirtieron en buenos amigos. Valentina aprendió que la amistad puede surgir en los lugares más inesperados y que la diversidad es algo hermoso.
Sofía también aprendió que la honestidad y la paciencia son clave para superar las diferencias. Y juntas, las hermanas valoraron la importancia de aceptar a los demás tal como son, sin juzgar por las apariencias.
FIN.