El valor de la amistad
En una pequeña ciudad, en una escuela secundaria, había un grupo de amigos muy unidos, pero algo estaba mal. Entre ellos, solían tratar mal a una compañera llamada Sofía.
Le enviaban mensajes hirientes por Whatsapp y la excluían de todas sus actividades. Esto causó una gran división en el curso y generó tristeza en el corazón de Sofía. Un día, cansada de la situación, decidió hablar con su maestra, la Sra. Marta. "Sra.
Marta, estoy cansada de que mis compañeros me traten mal. No entiendo por qué lo hacen y me siento muy triste.
No quiero vivir así en mi escuela, ¿qué puedo hacer?" La maestra, con una mirada comprensiva, le respondió: "Sofía, sé que no es fácil lo que estás pasando, pero quiero que sepas que siempre hay una solución. Juntos, vamos a encontrar la forma de cambiar las cosas."
La maestra convocó a una reunión y, con mucha empatía, les habló a todos los alumnos sobre la importancia del buen trato, el respeto y la amistad. Les pidió que reflexionaran sobre cómo se sentirían si estuvieran en el lugar de Sofía.
Al principio, algunos no entendieron la gravedad de la situación, pero luego comenzaron a darse cuenta del daño que estaban causando. Fue entonces cuando Martín, uno de los líderes del grupo, tomó la palabra. "Chicos, ¿se dieron cuenta de cómo hemos lastimado a Sofía? No está bien lo que hemos hecho.
Todos tenemos diferencias, pero eso no nos da derecho a maltratar a alguien. Creo que es momento de cambiar y demostrar que somos capaces de ser mejores personas." Aquellas palabras marcaron un punto de inflexión. Los jóvenes reflexionaron sobre sus actitudes y decidieron disculparse con Sofía.
Esas disculpas fueron el primer paso para sanar las heridas y, poco a poco, todos comenzaron a llevarse bien, a pesar de sus diferencias. Sofía sonrió, finalmente se sentía aceptada y valorada.
El curso volvió a unirse, fortalecido por el valor de la amistad y el respeto mutuo. De esa experiencia, aprendieron que el buen trato y la empatía son fundamentales para vivir en armonía, y que, sin importar las diferencias, siempre es posible encontrar un punto en común.
FIN.