El Valor de la Amistad



Frida y Natalia eran dos hermanas muy unidas. Les encantaba jugar juntas y cuidarse mutuamente. Un día, mientras estaban en el parque, conocieron a una nueva amiguita llamada Martina.

Martina era tímida y no se animaba a jugar con las demás niñas. Frida y Natalia se acercaron a ella y le ofrecieron jugar juntas. Martina, al principio, estaba insegura, pero poco a poco empezó a sentirse cómoda gracias a la amabilidad de las hermanas.

-Hola, ¿te gustaría jugar con nosotras? -le preguntó Natalia a Martina. -Sí, pero no conozco a nadie aquí y me da un poco de miedo -respondió Martina tímidamente. -No te preocupes, nosotras te cuidaremos y seremos tus amigas -dijo Frida con una sonrisa.

Así, las tres niñas comenzaron a jugar juntas, compartiendo juguetes y riendo sin parar. Con el tiempo, Martina se volvió una gran amiga de las hermanas. Un día, mientras jugaban, Martina tropezó y se lastimó la rodilla.

Frida y Natalia corrieron hacia ella para ayudarla. -¿Estás bien, Martina? -preguntó preocupada Frida. -Duele un poco, pero creo que podré levantarme -dijo Martina con lágrimas en los ojos.

-Tranquila, te ayudaremos a levantarte y te llevaremos a casa -dijo Natalia mientras ayudaba a Martina a ponerse de pie. Las tres niñas caminaron juntas hacia la casa de Martina, donde su mamá las recibió con cariño y les agradeció por cuidar a su hija.

A partir de ese día, la amistad entre Frida, Natalia y Martina se volvió aún más fuerte. Las hermanas aprendieron el valor de ayudar y cuidar a los demás, mientras que Martina aprendió que siempre habrá personas dispuestas a ser sus amigas.

Juntas, las tres niñas descubrieron que la verdadera amistad se construye con pequeños gestos de bondad y preocupación por los demás. Desde entonces, las hermanas siguieron cuidándose y jugando juntas, pero ahora con una amiga más en su corazón.

FIN.

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