El valor de la amistad
Había una vez un hermoso caballo llamado Rayo. Era de color blanco, con crines largas y sedosas que ondeaban al viento. Rayo era el caballo más rápido y fuerte del establo, y todos los demás animales lo admiraban.
Un día, llegó un hombre muy elegante al establo. Vestía un traje negro y llevaba una maleta en la mano. Se acercó a Rayo y lo observó detenidamente.
Después de unos minutos, le ofreció al dueño del establo una gran cantidad de dinero por el caballo. El dueño se sorprendió mucho.
¿Por qué alguien querría pagar tanto dinero por un caballo? Pero cuando el hombre le explicó que Rayo tenía genes muy valiosos, el dueño entendió todo. "Este es un secreto muy importante", dijo el hombre mientras sacaba unos papeles de su maleta. "Rayo proviene de una línea genética única que lo hace especial". El dueño del establo no podía creerlo.
Tenía en sus manos a uno de los caballos más valiosos del mundo. "¿Qué haré ahora?", se preguntaba mientras miraba a Rayo con tristeza.
Pero entonces recordó algo muy importante: él amaba a ese caballo más allá de cualquier valor monetario. "Rayo es mi amigo", pensó el dueño mientras acariciaba su cabeza blanca como la nieve. "No puedo venderlo sólo por dinero".
Así que decidió rechazar la oferta del hombre elegante y quedarse con su querido amigo equino para siempre. A pesar de haber perdido la oportunidad de ganar mucho dinero, el dueño del establo sabía que había tomado la decisión correcta. Rayo era más que un simple caballo valioso, era su compañero leal y fiel.
Desde ese día en adelante, Rayo siguió corriendo libremente por los pastizales del establo, disfrutando de la vida junto a sus amigos animales. Y aunque nadie sabía que tenía genes tan valiosos, todos lo admiraban por su belleza y gracia.
La historia de Rayo enseñó a todos los animales del establo una lección muy importante: el valor de la amistad no puede medirse en dinero ni en genes especiales.
Lo realmente valioso es el amor sincero y verdadero que se tiene por nuestros amigos.
FIN.