El valor de la amistad

Juan era un niño muy alegre y activo que disfrutaba pasar tiempo jugando en la plaza con sus amigos. Un día, mientras jugaba, sufrió un pequeño accidente que le provocó una dolorosa lesión en el brazo.

Preocupados, sus hermanas lo llevaron al doctor, quien le recomendó reposo y cuidados especiales para recuperarse. A pesar de sentirse triste por no poder moverse como antes, Juan recibió el amor y apoyo incondicional de su familia.

Sus hermanas se convirtieron en sus compañeras de juegos, adaptándose para incluirlo en todas sus actividades. Juntos, descubrieron nuevos pasatiempos que podían disfrutar sin que el brazo lesionado fuera un obstáculo, como leer cuentos, armar rompecabezas y dibujar.

Con el tiempo, Juan aprendió a valorar la importancia de la paciencia y la solidaridad, comprendiendo que el amor y la amistad pueden superar cualquier dificultad.

Una vez recuperado, Juan regresó a la plaza con una nueva perspectiva, apreciando cada momento de diversión y aprendiendo a cuidar de sus amigos de la misma manera en que ellos lo habían hecho con él.