El Valor de la Amistad
Era un día soleado en la Escuela Primaria Arcoíris. Los niños llegaban emocionados para empezar una nueva jornada de juegos y aprendizaje. Entre ellos, estaba Juanito, un chico que siempre había tenido muchas ganas de hacer amigos pero que, en ocasiones, se sentía un poco inseguro.
Juanito había visto a Sofía, una nueva compañera que había llegado a la escuela. Sofía tenía una gran sonrisa y era muy simpática, pero Juanito, en su deseo de pertenecer a un grupo, decidió hacer algo inesperado.
Un día, mientras todos estaban jugando en el patio, Juanito se acercó a sus amigos y les dijo:
"No se junten con Sofía, no es como nosotros. No sabe jugar a los mismos juegos y siempre se ríe de las cosas que hacemos".
Sus amigos, que estaban acostumbrados a seguir su liderazgo, comenzaron a murmurar entre ellos.
"¿En serio? No quiero que nadie se ría de nosotros", dijo Lucas.
"Sí, mejor no hablarle", agregó Valentina.
Sofía, que estaba sola en un rincón del patio, escuchó lo que decían. Se sintió triste y lastimada, pero decidió seguir adelante y comenzó a explorar el lugar, observando a sus nuevos compañeros desde lejos.
Un par de días después, la profesora María decidió hacer una actividad en grupo, en donde los estudiantes debían trabajar juntos para construir una casita de cartón. Al escuchar la noticia, Juanito se sintió emocionado, ya que pensó que conseguiría que sus amigos se mantuvieran unidos.
Sin embargo, cuando les tocó elegir los grupos, muchos de sus compañeros empezaron a murmurar de nuevo sobre Sofía.
"No está bien que esté en nuestro grupo", dijo Lucas.
"No sabe hacer nada", agregó Valentina.
Al escuchar esto, Sofía se acercó y, con voz temblorosa, les preguntó:
"¿Puedo unirme a ustedes? Me gustaría ayudar a construir la casita..."
Juanito se sintió incómodo con la pregunta. La verdad era que había visto a Sofía mientras dibujaba y había notado que era muy buena en eso. Sin embargo, su miedo de no ser aceptado por sus amigos lo llevó a responder:
"No, mejor buscate otro grupo. Acá no podés", dijo con un tono poco amable.
Sofía se dio la vuelta con las lágrimas en los ojos y se alejó. La profesora, que había estado observando la escena desde lejos, decidió intervenir.
"Juanito, ven aquí un momento, por favor".
Juanito, apenado, se acercó.
"Sí, profesora?"
"¿Sabías que todos tenemos diferentes fortalezas? Muchas veces, quien parece diferente, puede enseñarnos algo nuevo. Sofía tiene mucho que aportar a este proyecto, y todos deberíamos darle la oportunidad de mostrarnos lo que puede hacer. A veces, el rechazo puede hacer que alguien se sienta muy solo".
Juanito se sintió mal, y la profesora continuó:
"Te invito a que pienses en cómo se siente Sofía en este momento. ¿No sería genial que todos pudiéramos trabajar juntos para crear algo increíble?".
Juanito miró a sus amigos y luego a Sofía, quien estaba con su mirada baja y sin esperanza.
"Tienes razón, profesora. Lo siento, Sofía... creo que podríamos trabajar juntos. ¿Te gustaría unirte a nuestro grupo?"
Todos miraron sorprendidos a Juanito, no esperaban esa reacción. Sofía sonrió, un brillo nuevo en su mirada.
"¡Sí, claro! Me encantaría ayudar".
A partir de ahí, el grupo trabajó unido. Sofía demostró ser excelente en el diseño, y gracias a su creatividad, la casita quedó hermosa.
"¡Mirá lo que hicimos! Es espectacular", exclamó Lucas.
"Gracias por compartir tus ideas, Sofía", añadió Valentina emocionada.
Al final del día, cada uno de los niños aprendió que es importante abrirse a los demás, que cada persona tiene algo valioso que aportar. Juanito se sintió orgulloso no solo de haber construido una casita, sino de haber formado una nueva amistad.
"Lo siento por lo que dije antes, Sofía. Gracias por ser tan genial y ayudarme a entender lo que es la verdadera amistad".
Y así, en la Escuela Primaria Arcoíris, no solo se construyó una casita de cartón, sino también un fuerte lazo de amistad.
A partir de entonces, Juanito siempre se aseguró de incluir a todos en sus juegos, y aprendió que la diversidad en un grupo puede hacer que cualquier proyecto sea aún más divertido y especial.
FIN.