El valor de la amistad
Había una vez un chico llamado Martín que vivía en un pequeño pueblo. Un día, sus padres le dieron una noticia inesperada: se mudarían a la ciudad y él tendría que ir a una nueva escuela.
Martín estaba emocionado pero también nervioso por lo desconocido. Cuando llegó a su nueva escuela, se encontró con un montón de caras nuevas. Todos los niños parecían muy ocupados y no tenían tiempo para hacer nuevos amigos.
Sin embargo, había uno que siempre estaba solo en el rincón del patio de recreo. Martín se acercó tímidamente al niño solitario y le preguntó su nombre. El niño respondió amablemente: "Soy Tomás".
A partir de ese momento, Martín y Tomás se volvieron inseparables. Compartían almuerzos juntos, jugaban durante el recreo e incluso hacían tareas juntos después de clases. Un día, mientras caminaban a casa, Martín notó que Tomás parecía triste.
Le preguntó qué le pasaba y Tomás confesó: "Me gusta mucho alguien en nuestra clase, pero no sé cómo decírselo". Martín sonrió y dijo: "No te preocupes, yo puedo ayudarte". Martín tuvo una idea brillante para ayudar a su amigo.
Decidieron escribirle una carta al chico especial donde expresaran todos los sentimientos bonitos que tenía Tomás hacia él. Juntos la escribieron con mucho amor y cuidado. Al día siguiente, dejaron la carta en el casillero del chico especial antes de entrar a clase.
Los dos estaban ansiosos esperando ver qué pasaría. Cuando el chico especial abrió su casillero y encontró la carta, su rostro se iluminó con una sonrisa. Se acercó a Martín y Tomás y les dijo: "Gracias por la hermosa carta.
También me gustan ustedes dos. ¿Les gustaría ser mis amigos?"Martín y Tomás no podían creer lo que estaban escuchando. Estaban felices de haber encontrado un amigo tan especial que los aceptaba tal como eran.
A partir de ese día, Martín, Tomás y su nuevo amigo compartieron muchas aventuras juntos. Descubrieron nuevos juegos, aprendieron cosas nuevas en clase y siempre se apoyaron mutuamente.
La historia de Martín y Tomás nos enseña que no importa cuánto cambien nuestras vidas o las personas que conocemos, siempre hay lugar para hacer nuevos amigos. A veces solo tenemos que ser valientes para acercarnos a alguien nuevo y descubrir qué maravillas pueden traer a nuestras vidas.
Y así, Martín, Tomás y su nuevo amigo vivieron felices sabiendo que habían encontrado el verdadero valor de la amistad en un lugar inesperado: una nueva escuela llena de oportunidades para hacer nuevos amigos.
FIN.