El valor de la amistad



había un pequeño problema: Rubén y Nicolás eran los mejores amigos. Antonella y Isabel no querían arruinar su amistad, así que decidieron hablar entre ellas para encontrar una solución.

Un día, las dos chicas se encontraron en el parque para discutir lo que sentían. Sentadas en un banco bajo la sombra de un árbol, Antonella comenzó:- Isabel, me encanta Rubén, pero también quiero mucho a Nicolás.

No quiero lastimar su amistad ¿qué podemos hacer? Isabel asintió con la cabeza y respondió:- Tienes razón, Anto. No queremos separar a nuestros amigos por nuestros sentimientos. Debemos encontrar una manera de resolver esto sin herir a nadie.

Las dos chicas pensaron durante horas hasta que finalmente se les ocurrió una idea brillante. - ¡Ya sé! -exclamó Antonella-. Podemos organizar una competencia entre ellos dos para ver cuál de los dos es el más valiente y decidido. Isabel sonrió emocionada y agregó:- Sí, eso podría funcionar.

Si uno de ellos gana la competencia o demuestra ser el mejor compañero de equipo, entonces sabremos quién es el adecuado para nosotras sin causar problemas entre ellos.

Antonella asintió entusiasmada y ambas comenzaron a planificar cómo llevarían a cabo esta competencia especial. Al día siguiente, las chicas invitaron a Nicolás y Rubén al parque sin decirles sobre su plan secreto.

Cuando llegaron al lugar acordado, las chicas explicaron todo:- Chicos, hemos organizado esta competencia especial para determinar quién es el más valiente y dedicado -dijo Antonella. - Queremos asegurarnos de que nuestras amistades no se vean afectadas por nuestros sentimientos -agregó Isabel. Rubén y Nicolás se miraron sorprendidos pero aceptaron participar en la competencia.

Las chicas habían planeado diferentes pruebas de habilidades y valentía, como carreras, saltos altos y resolución de acertijos. A medida que avanzaba la competencia, ambos chicos demostraban su valentía y determinación en cada desafío.

No importaba quién ganara o perdiera, lo importante era cómo se apoyaban mutuamente durante las pruebas. Al final del día, las chicas se dieron cuenta de algo muy importante: tanto Rubén como Nicolás eran personas increíbles con cualidades únicas.

No podían elegir solo a uno porque los dos eran especiales a su manera. Antonella y Isabel decidieron hablar con los chicos sobre sus sentimientos sin causar problemas entre ellos.

Les explicaron lo mucho que los apreciaban y les pidieron comprensión para seguir siendo amigos sin poner en peligro su relación. Para sorpresa de las chicas, Rubén y Nicolás entendieron perfectamente lo que querían decirles. Aunque hubo un momento incómodo al principio, todos prometieron mantener su amistad intacta sin resentimientos ni celos.

Desde entonces, Antonella e Isabel siguieron siendo buenas amigas de Rubén y Nicolás. Juntos compartían aventuras emocionantes mientras aprendían el verdadero significado de la amistad y el amor incondicional.

Esta historia nos enseña que es posible tener sentimientos por alguien sin dañar nuestras relaciones cercanas. Los amigos son importantes en nuestra vida y debemos cuidarlos, incluso cuando nos enfrentamos a situaciones complicadas como el amor.

FIN.

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