El valor de la amistad



En el jardín de infantes "Rayito de Sol" había un grupo de amigos muy unidos: Martina, Lucio, Micaela y Tomás. Les encantaba jugar juntos en el patio del colegio y compartir sus juguetes.

Pero un día, algo inesperado sucedió. Un nuevo niño llamado Mateo se unió al grupo. Al principio, los amigos estaban un poco nerviosos porque no lo conocían, pero decidieron darle la bienvenida y jugar con él.

Sin embargo, pronto descubrieron que a Mateo le costaba mucho compartir sus juguetes. Una tarde, mientras estaban jugando en el arenero, Martina le pidió a Mateo si podía usar su pala para construir un castillo de arena.

Mateo se negó y dijo: "¡No! ¡Esta es mi pala y no la comparto con nadie!" Los demás amigos se miraron sorprendidos, ya que siempre habían compartido todo sin problemas.

"Mateo, ¿por qué no quieres compartir tus juguetes? Compartir nos hace felices a todos", dijo Lucio con voz amable. "Es que... es que nunca he tenido muchos juguetes y me da miedo quedarme sin ellos si los comparto", respondió Mateo tímidamente. Los amigos entendieron la preocupación de Mateo y decidieron ayudarlo a superarla.

Crearon una regla especial: cada día uno de ellos traería un juguete diferente al colegio para compartirlo con los demás. Así, Mateo podría ver que compartiendo sus cosas también recibiría cosas nuevas para disfrutar.

Los días pasaron y Mateo comenzó a sentirse más cómodo compartiendo sus juguetes con sus amigos. Descubrió que cuando compartía, todos se divertían más juntos y creaban recuerdos increíbles.

Pronto dejó de preocuparse por quedarse sin sus cosas y aprendió el valor de la amistad y la generosidad. Una mañana soleada, Martina trajo su colección de autitos para compartir con todos. Los niños corrieron emocionados hacia ella y empezaron a jugar felices en el patio del colegio.

De repente, vieron acercarse a Juanito, un niño tímido que observaba desde lejos. "¿Quieres jugar con nosotros?" -preguntó Micaela extendiéndole uno de los autitos. Juanito sonrió tímidamente y aceptó el ofrecimiento.

Esa fue la primera vez que Juanito se animó a jugar con otros niños en el jardín "Rayito de Sol". Todos juntos pasaron una mañana inolvidable compartiendo risas, juegos e historias. Desde ese día en adelante, en el jardín "Rayito de Sol" reinaba la alegría y la generosidad entre todos los niños.

Aprendieron que compartir va mucho más allá de prestar un juguete; es sobre construir vínculos fuertes basados en el respeto mutuo y la solidaridad. Y así fue como Martina, Lucio, Micaela, Tomás, MateoyJuanitose convirtieron en los mejores amigos del mundo entero.

FIN.

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