El valor de la amistad



Había una vez en el bosque de Villa Madera, un lobo llamado Lolo y un conejo llamado Ramiro. Lolo era un lobo grande y fuerte, pero también muy astuto.

Ramiro, en cambio, era un conejo pequeño y ágil, pero con un gran corazón. Un día soleado, mientras ambos paseaban por el bosque, encontraron un delicioso pan recién horneado que alguien había dejado olvidado en una piedra. Al verlo, sus estómagos comenzaron a gruñir de hambre.

"¡Qué suerte tenemos, Ramiro! Este pan será nuestro almuerzo", dijo Lolo con una sonrisa maliciosa. Ramiro se acercó al pan y dijo: "Pero Lolo, ¿no sería mejor compartirlo? Así los dos podemos disfrutarlo juntos.

"Lolo frunció el ceño y gruñó: "No pienso compartir mi comida contigo. Este pan es mío. "Ramiro intentó razonar con él: "Pero Lolo, si compartimos el pan los dos estaremos satisfechos. Además, es más divertido comer en compañía.

"El lobo no quería escuchar razones y de un salto tomó el pan con su enorme zarpa. Ramiro intentó arrebatárselo, pero Lolo era demasiado fuerte para él. "¡Déjalo ya! ¡Ese pan es mío!", rugió el lobo.

Ramiro se sintió triste al ver la actitud egoísta de su amigo. Pero en lugar de rendirse decidió idear un plan para enseñarle una lección. Mientras Lolo saboreaba triunfante su primer bocado del pan, Ramiro corrió hacia la madriguera del ratón Benito y le pidió ayuda.

Juntos prepararon algo especial para el lobo.

Cuando regresaron donde estaba Lolo con el pan a medio comer, Ramiro fingió estar asustado y gritó: "¡Lolo! ¡Corre! ¡Viene hacia aquí el oso Bruno!"Asustado ante la posibilidad de enfrentarse al temible oso Bruno (que solo existía en las historias del bosque), Lolo soltó el pan y salió corriendo tan rápido como pudo sin mirar atrás. Ramiro recogió entonces el pan y lo llevó hasta la madriguera donde lo dividió en dos partes iguales.

Cuando llegó Benito junto a ellos les preguntaron qué había pasado realmente. "Les mentí sobre Bruno", confesó Ramiro avergonzado. "Solo quería que aprendieras que es mejor compartir que pelear por algo material.

"Benito asintió sonriente mientras comían todos juntos aquel rico manjar. Desde ese día en adelante, Lolo comprendió la importancia de ser generoso y amable con los demás.

Y así fue como la amistad entre un lobo y un conejo se fortaleció gracias a un simple pan compartido.

FIN.

Dirección del Cuentito copiada!