El valor de la amistad

. Cada noche, cuando su mamá apaga la luz para dormir, Santino se asusta y comienza a llorar. Él siente que hay monstruos debajo de su cama y que las sombras en la pared son criaturas espeluznantes.

Su mamá intenta calmarlo, pero nada parece funcionar. Un día, mientras jugaba en el parque con sus amigos, Santino encontró un pequeño búho herido. El búho tenía una pierna rota y no podía volar.

Santino lo llevó a casa para cuidarlo y lo llamó Hootie. Santino cuidó de Hootie con mucho amor y dedicación.

Le dio comida y agua todos los días, vendó su pierna rota e incluso le construyó una pequeña casa en el patio trasero para que pudiera descansar cómodamente. Una noche mientras Santino estaba acostado en su cama temblando de miedo por la oscuridad, escuchó un ruido extraño proveniente del patio trasero.

Se levantó de inmediato para ver qué era ese ruido y descubrió que Hootie había escapado de su casa. Santino corrió hacia el jardín buscando a Hootie con lágrimas en los ojos. De repente, vio unos ojos brillantes mirándolo desde arriba del árbol más alto del jardín.

Era Hootie! Había logrado subir al árbol usando sus alas rotas. "Hootie! ¿Cómo lograste subir tan alto?", preguntó Santino sorprendido. "No es difícil si crees que puedes hacerlo", respondió Hootie sabiamente. "¿Qué quieres decir?", preguntó Santino confundido.

"Significa que si crees en ti mismo y tienes la valentía suficiente para enfrentar tus miedos, puedes lograr cualquier cosa", explicó Hootie. Santino entendió el mensaje de Hootie y decidió enfrentar su miedo a la oscuridad esa misma noche.

Se metió debajo de las sábanas y cerró los ojos con fuerza.

Pero luego se recordó a sí mismo lo que le había dicho Hootie: "Si crees en ti mismo y tienes la valentía suficiente para enfrentar tus miedos, puedes lograr cualquier cosa". Así que abrió los ojos, apagó la luz y se durmió tranquilamente. A partir de esa noche, Santino nunca más tuvo miedo a la oscuridad gracias al consejo sabio del pequeño búho.

Y Hootie siempre fue un amigo fiel para él. Juntos aprendieron que no hay nada más poderoso que creer en uno mismo y tener el coraje de enfrentar nuestros temores.