El valor de la amistad



En un tranquilo pueblo, había un ladrillo llamado Pedro que se sentía triste porque nadie parecía notarlo entre tantos otros ladrillos.

Un día, una fuerte lluvia provocó que la pared donde estaba Pedro se debilitara y él quedara a punto de caer al suelo. Asustado, Pedro pensó rápidamente en una solución y decidió pedir ayuda a sus amigos ladrillos más cercanos. -¡Por favor, amigos! ¡Ayúdenme a sostener la pared para que no caiga! -gritó Pedro angustiado.

Unidos, los ladrillos se apoyaron unos a otros y lograron evitar que la pared colapsara, salvando a Pedro y evitando un desastre en el pueblo.

A partir de ese día, Pedro comprendió la importancia de trabajar en equipo y valorar la solidaridad entre amigos. Ahora, todos en el pueblo lo reconocían como un valioso ladrillo con un gran corazón.

FIN.

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