El valor de la amistad
Tatiana y Betina eran dos amigas inseparables que solían pasar la mayor parte del tiempo juntas. Un día, decidieron ir al Centro María Espínola, un hermoso lugar lleno de árboles frondosos, flores de colores, y una fuente de agua cristalina.
Todo iba de maravilla, hasta que tuvieron una discusión por un malentendido. "¡No puedo creer que dijeras eso, Betina!" exclamó Tatiana, con lágrimas en los ojos.
"Pero Tatiana, no me entendiste bien, yo no quise decir eso", respondió Betina. La discusión fue subiendo de tono y ambas acabaron bastante molestas, así que decidieron separarse y tomar caminos distintos por el parque.
Después de un rato, ambas se dieron cuenta de lo triste que era estar peleadas, especialmente en un lugar tan bonito como ese. Lentamente, se acercaron la una a la otra y, después de un momento de silencio incómodo, Tatiana rompió el hielo. "Betina, lo siento mucho. No deberíamos arruinar nuestro día por una tontería.
Te quiero mucho, amiga", dijo Tatiana sinceramente. Betina le devolvió una sonrisa y le tendió su mano. "Yo también lo siento, Tatiana. No quiero estar peleada contigo. Gracias por disculparte", respondió Betina.
Así, con un abrazo, ambas se reconciliaron, prometiéndose que no dejarían que un malentendido volviera a interponerse en su amistad. Juntas, continuaron explorando el parque, disfrutando de su día y fortaleciendo su amistad con cada paso que daban.
FIN.