El valor de la amistad de Alejandro



En un pueblo encantador vivía un niño llamado Alejandro, quien era conocido por ser extremadamente amigable. Siempre estaba dispuesto a ayudar a los demás y su corazón generoso lo hacía muy querido por todos. Alejandro tenía una sonrisa que iluminaba el día de cualquiera que se cruzara en su camino. Sus amigos lo consideraban un tesoro invaluable.

Un día, Alejandro se enteró de que sus amigos estaban tristes por no poder participar en el torneo anual de juegos porque no tenían el equipo necesario. Sin dudarlo un segundo, Alejandro decidió hacer algo al respecto. Se puso en marcha para pedir ayuda a los vecinos y, con su encanto natural, logró reunir todos los implementos que sus amigos necesitaban.

Lleno de entusiasmo, regresó al pueblo y entregó a sus amigos cada uno de los objetos que habían necesitado. Los rostros de sus amigos se iluminaron de alegría y gratitud. -¡Gracias, Alejandro! ¡Nunca olvidaremos lo que has hecho por nosotros! -exclamaron emocionados.

El día del torneo, los amigos de Alejandro compitieron con valentía y determinación, recordando el gesto generoso de Alejandro en cada desafío. Aunque no ganaron todas las pruebas, demostraron que la verdadera riqueza estaba en tener a alguien como Alejandro a su lado, alguien que siempre estaba dispuesto a darlo todo por ellos.

Desde ese día, la amistad de Alejandro se volvió aún más especial. Todos aprendieron el valor de ayudar y estar allí unos para otros, y Alejandro siguió siendo ese refugio seguro y alegre para todos en el pueblo.

FIN.

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