El valor de la amistad más allá del dinero
Había una vez en un pequeño pueblo, un grupo de niños y niñas que amaban el fútbol más que nada en el mundo. Pero estos niños no eran cualquier niño, eran príncipes y princesas de diferentes reinos cercanos.
A pesar de su nobleza, estos chicos tenían una vida muy humilde y vivían en casas pequeñas con sus familias. La única cosa que los hacía felices era jugar al fútbol juntos todos los días en la cancha del pueblo.
Un día, llegó al pueblo un equipo de fútbol rico y poderoso para desafiar a los chicos pobres a un partido.
Los príncipes y princesas estaban emocionados por la oportunidad de demostrar sus habilidades futbolísticas pero también se sintieron intimidados por el equipo contrario. El día del partido llegó y la cancha estaba llena de gente curiosa. El equipo rico comenzó a jugar con arrogancia mientras que los chicos pobres jugaban con pasión y corazón.
A pesar de las dificultades, los príncipes y princesas lograron empatar el partido justo antes del final. Fue entonces cuando ocurrió algo increíble: uno de los príncipes notó que había una niña llorando sola detrás del arco rival.
Se acercó a ella para preguntarle qué estaba mal y descubrió que ella quería jugar al fútbol pero no tenía amigos o dinero para hacerlo. Sin pensarlo dos veces, el joven príncipe invitó a la chica triste a unirse a su equipo.
Juntos volvieron al campo listos para ganar el partido contra todo pronóstico. Con la nueva incorporación, los príncipes y princesas jugaron con aún más pasión y habilidad.
Lograron marcar un gol en el último minuto del partido, ganando la partida por 2-1. La multitud estalló en aplausos mientras los niños ricos se alejaban derrotados.
Pero para los príncipes y princesas, lo más importante no era haber ganado el partido sino haber encontrado una nueva amiga y compañera a través del fútbol. Desde ese día en adelante, todos los chicos jugaron juntos como un equipo unido sin importar su origen o posición social.
Aprendieron que la verdadera felicidad viene de hacer amigos y apoyarse mutuamente sin importar las diferencias externas.
FIN.