El valor de la comprensión



Había una vez un niño llamado Martín, que siempre había sido muy independiente y seguro de sí mismo. Sin embargo, un día, discutió con su mamá. -'No entiendo por qué siempre tienes que decirme qué hacer', exclamó Martín con frustración.

-'Martín, solo quiero cuidarte y enseñarte lo que es mejor para ti', respondió su mamá con amor. Martín se cruzó de brazos y bajó la mirada. -'Pero a veces siento que no confías en mí', murmuró.

La mamá suspiró y se sentó a su lado. -'Comprendo cómo te sientes, Martín. Es normal querer ser independiente, pero también es importante escuchar consejos y aprender de las experiencias de los demás', explicó. Martín frunció el ceño, pero la miró con curiosidad.

-'¿Aprender de las experiencias de los demás? ¿Cómo?'. La mamá sonrió y le contó una historia sobre cuando ella era niña y cometió un error porque no escuchó a su mamá.

Martín escuchó con atención y después de un rato, comprendió el valor de la experiencia de su mamá. Esa noche, antes de dormir, Martín se acercó a su mamá y le dio las gracias por enseñarle tanto.

Desde ese día, Martín comenzó a valorar más la sabiduría de su mamá y su relación floreció con amor y comprensión.

FIN.

Dirección del Cuentito copiada!