El valor de la confianza




En una pequeña casa en un barrio tranquilo, vivía María, una madre ejemplar y sobre amorosa con sus dos hijos, Sofía y Lucas.

María tenía la necesidad de trabajar para mantener a su familia, pero le preocupaba dejar solos a sus hijos.

Una mañana, mientras se preparaba para ir a su nuevo trabajo, María se acercó a sus hijos y les dijo: "Hijos, hoy tengo que ir a trabajar, pero confío en que ustedes se cuidarán mutuamente.

Estaré de regreso en la tarde y les prepararé su comida favorita". "Pero mamá, ¿cómo podemos cuidarnos solos?" preguntó Sofía con inseguridad. "Confío en ustedes, son fuertes y valientes.

Además, recuerden las instrucciones de seguridad que les he enseñado", respondió María con amor antes de salir.

Mientras María se alejaba, Sofía miró a su hermano Lucas y dijo: "No sé si podamos hacerlo, Lucas". Lucas, recordando las palabras de su madre, respondió: "Confía en mamá, ella cree en nosotros".

Juntos, decidieron seguir las instrucciones de seguridad de su madre y apoyarse mutuamente.

El día pasó y, para sorpresa de Sofía y Lucas, fueron capaces de cuidarse y divertirse juntos. Cuando María regresó a casa, encontró a sus hijos felices y seguros.

Entre lágrimas de alegría, abrazó a sus hijos y les dijo: "Estoy orgullosa de ustedes por cuidarse y confiar el uno en el otro. Gracias por haber sido tan valientes".

Desde ese día, Sofía y Lucas aprendieron que la confianza mutua y el amor pueden superar cualquier desafío. Y María, comprendió que sus hijos eran capaces de cuidarse a sí mismos y que siempre estarían ahí el uno para el otro.

FIN.

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