El Valor de la Confianza
En un pequeño pueblo rodeado de montañas y ríos, vivía una niña llamada Lila, quien era aventurera y curiosa. Su madre, Carmen, siempre le enseñaba el valor de la confianza y el amor incondicional. Un día, mientras jugaban en el parque, Lila le preguntó a su madre:
"Mamá, ¿por qué siempre me dices que confíe en mí misma?"
"Porque, Lila, cuando confías en ti, puedes hacer cosas increíbles."
"¿Como qué?"
"Como escalar esa montaña, o hablar frente a la clase. Todo es posible si crees en ti misma."
Lila pensó en las palabras de su madre, mientras miraba hacia la imponente montaña.
Una semana después, la escuela organizó un concurso de oratoria. Lila sintió un nudo en el estómago al pensar en hablar frente a todos, pero recordó las palabras de su madre.
"Voy a intentarlo", murmuró.
Fue a casa y le dijo a Carmen:
"Mamá, quiero participar en el concurso, pero tengo miedo."
"Eso está bien, Lila. El miedo es natural. Piénsalo como algo positivo, es lo que te empuja a crecer. Confía en tus habilidades."
Con la ayuda de Carmen, Lila empezó a practicar su discurso. Cada noche, Carmen la escuchaba y la alentaba, y cada vez, Lila se sentía más segura. Sin embargo, a medida que se acercaba el día del concurso, un nuevo desafío se presentó: su profesora eligió a otro alumno para darle más apoyo a Lila, creyendo que lo necesitaba.
Esto desanimó a Lila. Se sintió menospreciada y pensó en abandonar el concurso.
"Mamá, creo que no soy lo suficientemente buena. Mi profesora no confía en mí.
"Escuchame, Lila, lo que importa no es lo que los demás piensen. Lo importante es lo que tú piensas de ti misma."
Esa noche, mientras miraba la luna desde su ventana, Lila recordó cómo su madre siempre había creído en ella, incluso cuando ella misma dudaba.
El día del concurso llegó, y mientras los otros alumnos se preparaban, Lila se sintió nerviosa. Su madre la tomó de las manos y le sonrió.
"Recuerda, mi amor, confía en ti misma, no importa lo que pase."
Lila subió al escenario, su corazón latía con fuerza.
"Hoy voy a hablar sobre la importancia de creer en uno mismo", comenzó, y tras unas palabras, comenzó a perder el miedo. Su voz resonaba con seguridad y pasión.
Cuando terminó, la sala estalló en aplausos. Lila sonrió deslumbrante, y entre la multitud, vio a su madre que la miraba con orgullo.
"Mirá, Lila, ¡lo hiciste! ¡Estoy muy orgullosa de vos!"
Fue en ese momento que Lila entendió el valor de la confianza que su madre le había inculcado. Ganara o no el concurso, lo que realmente importaba era que había encontrado su propia voz.
El concurso terminó y, aunque Lila no ganó, volvió a casa con una nueva confianza en sí misma.
"Gracias, mamá, por siempre creer en mí. Ahora sé que puedo hacer cualquier cosa si confío en mí misma."
"Siempre estaré aquí para apoyarte, querida. El valor de la confianza es una de las mayores lecciones que puedo darte. Siempre recuerda: luar y lugar, el amor incondicional de una madre, te ayudará a superar cualquier obstáculo."
Y así, Lila continuó explorando el mundo, siempre recordando que la confianza en sí misma era el mejor regalo que su madre le había dado. Juntas se enfrentaron a nuevas aventuras, y cada día, el lazo entre ellas se hacía más fuerte, alimentado por la confianza y el amor.
FIN.