El valor de la constancia



Laura era una niña muy ocupada. Todas las mañanas se levantaba temprano para ir al colegio, donde pasaba el día aprendiendo matemáticas, ciencias y lengua. Cuando llegaba a casa, sabía que le esperaban sus deberes, y aunque a veces no tenía muchas ganas de hacerlos, sabía que era importante cumplir con sus responsabilidades. "¡Ay, no quiero hacer los deberes, son aburridos y quitan todo mi tiempo libre!" se quejaba Laura con un gesto de fastidio. Su mamá, que siempre le recordaba la importancia de estudiar, le contestaba: "Laura, entiendo que a veces no te divierta hacer los deberes, pero es necesario para que aprendas y te vaya bien en el colegio. Es cuestión de constancia y esfuerzo."

Una tarde, después de terminar sus tareas, Laura se preparaba para ir a sus clases de música. Era su momento favorito del día, ya que amaba tocar el piano y crear melodías hermosas. Mientras practicaba, su profesora le dijo: "Laura, tocas muy bien, pero recuerda que para llegar lejos con la música también necesitas práctica y esfuerzo. No siempre será fácil, pero si eres constante, llegarás lejos."

Aquellas palabras resonaron en la cabeza de Laura. Comenzó a darse cuenta de que tanto en la escuela como en la música, la constancia y el esfuerzo eran fundamentales para alcanzar sus metas. A partir de ese día, Laura cambió su actitud hacia sus deberes. En lugar de verlos como una carga aburrida, los encaró como un desafío que la acercaba a ser mejor estudiante. Además, se dio cuenta de que al poner empeño en sus tareas, tenía más tiempo libre para dedicarse a su pasión por la música.

Con el tiempo, Laura se convirtió en una niña más organizada, responsable y dedicada. Sus calificaciones en el colegio empezaron a mejorar, lo cual la llenó de orgullo y satisfacción. Por las tardes, disfrutaba su tiempo en las clases de música sabiendo que cada nota que tocaba era el resultado de su esfuerzo y constancia.

Laura aprendió que el valor de la constancia y la dedicación no solo la ayudaban a cumplir sus responsabilidades, sino que también la acercaban a alcanzar sus sueños. Aprendió que el esfuerzo vale la pena, y que cada tarea aburrida superada la acercaba un paso más a la niña brillante que estaba destinada a ser.

FIN.

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