El valor de la diversidad



En una ciudad muy colorida y llena de energía vivían varios animalitos que trabajaban juntos en una gran fábrica de juguetes. Había conejos, osos, pájaros, reptiles y muchos otros animales que disfrutaban de su trabajo. Todo iba muy bien hasta que un día, llegó un lobo llamado Lucas a trabajar en la fábrica. Los demás animales se pusieron nerviosos al verlo, ya que en el pasado habían escuchado muchas historias negativas sobre los lobos. Rápidamente, comenzaron a murmurar y a evitar a Lucas.

El pobre lobo se sentía muy solo y triste, ya que nadie quería trabajar con él. En lugar de rendirse, Lucas decidió demostrarles a sus compañeros que él no era como los lobos de las historias. Empezó a trabajar más duro que nadie, siempre con una sonrisa en su rostro y dispuesto a ayudar a los demás. Poco a poco, algunos animales comenzaron a darse cuenta de que estaban equivocados sobre Lucas y empezaron a hablar y trabajar con él.

Un día, mientras estaban trabajando en la fábrica, un grupo de ratones intentó robar juguetes. Todos los animales se asustaron, pero Lucas actuó con valentía y logró detener a los ladrones. A partir de ese día, todos los animales de la fábrica entendieron que la valentía, el esfuerzo y la amabilidad de Lucas eran mucho más importantes que el prejuicio hacia su especie.

Finalmente, la diversidad de la fábrica se convirtió en su mayor fortaleza, ya que cada animal aportaba algo único al equipo. Los animales aprendieron que juzgar a alguien por su apariencia o especie era un gran error, y que la verdadera belleza de la vida radica en la diversidad y la aceptación de los demás.

FIN.

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