El valor de la diversidad



En el pequeño pueblo de Villa Arcoiris vivía Lucas, un niño de 8 años con síndrome de Tourette. Lucas era juguetón, cariñoso y siempre estaba lleno de energía, pero a veces sus tics involuntarios llamaban la atención de los demás.

Un día, en la escuela, el cruel Martín comenzó a burlarse de Lucas, imitando sus tics y haciéndolo sentir muy mal. Lucas se sintió avergonzado y triste, pero no sabía qué hacer.

Al llegar a su casa, le contó a su mamá lo que le había sucedido. Ella lo abrazó con amor y le recordó que era especial y valioso tal como era. Lucas se sintió reconfortado, pero todavía se preguntaba cómo podía cambiar la situación.

Al día siguiente, Lucas decidió hablar con su maestra sobre lo que estaba pasando. La maestra organizó una charla en el aula sobre la importancia de la diversidad y el respeto por las diferencias de cada persona.

Martín, al escuchar atentamente la charla, se dio cuenta de lo mal que había actuado. Al terminar la charla, se acercó a Lucas y le pidió disculpas.

Lucas, con valentía, aceptó las disculpas y le explicó a Martín sobre el síndrome de Tourette y cómo no podía controlar sus tics. Desde ese día, Martín se convirtió en el defensor de Lucas y juntos enseñaron a sus compañeros sobre la importancia de respetar y valorar a las personas tal como son.

FIN.

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