El valor de la documentación
Había una vez un pequeño programador llamado Juanito. Él siempre tenía muchas ideas para crear programas divertidos y útiles, pero a menudo se encontraba con problemas cuando intentaba hacerlos realidad.
Un día, mientras estaba trabajando en un nuevo programa de juegos, su amigo Lucas vino a visitarlo. "¿Qué estás haciendo, Juanito?" preguntó Lucas curioso. "Estoy creando un juego muy divertido", respondió Juanito emocionado. "Pero estoy teniendo algunos problemas para que funcione correctamente".
"¿Has intentado documentar tu código?" preguntó Lucas sabiamente. Juanito frunció el ceño confundido.
"¿Documentar mi código? ¿Qué es eso?"Lucas explicó pacientemente que la documentación era como un mapa o una guía que le permitiría a cualquiera entender cómo funciona el programa y qué hace cada parte del código. Además, también podría ayudar a encontrar errores más fácilmente. Juanito se dio cuenta de lo importante que era la documentación y decidió empezar a trabajar en ella inmediatamente.
Después de unas horas, finalmente había terminado de documentar todo su código e incluso agregó algunos comentarios adicionales para ayudar aún más. Cuando probó su programa nuevamente, descubrió que funcionaba perfectamente sin ningún problema.
Estaba tan feliz y orgulloso de sí mismo por haber aprendido algo nuevo gracias a la ayuda de su amigo Lucas. A partir de ese día, Juanito nunca olvidaría la importancia de la documentación al codificar sus programas y siempre asegurarse de hacerlo antes de compartirlos con los demás.
Y así fue como Juanito aprendió una valiosa lección sobre cómo la documentación puede marcar la diferencia en el éxito de un programa.
FIN.