El valor de la empatía en la escuela


En la escuela Mariposas Brillantes, tres amigos, Lola, Tomás y Ana, aprendieron una importante lección sobre la empatía.

Un día, durante el recreo, Lola vio a Ignacio, un niño nuevo en la escuela, sentado solo en un rincón con una expresión triste en su rostro. Preocupada, se acercó a él y le preguntó qué le sucedía. - ¿Estás bien, Ignacio? ¿Puedo ayudarte en algo? - le dijo Lola con amabilidad.

Ignacio, sorprendido, le contó que se sentía solo y extrañaba a sus amigos de su antigua escuela. Lola, Tomás y Ana decidieron ayudar a Ignacio a integrarse y hacer nuevos amigos.

Juntos, organizaron juegos en el patio, lo invitaron a unirse a su grupo y lo trataron con amabilidad y respeto. Con el tiempo, Ignacio empezó a sonreír y a sentirse más feliz en su nueva escuela. Finalmente, un día, Ignacio les agradeció emocionado por todo lo que habían hecho por él.

Entonces, Lola, Tomás y Ana comprendieron que la empatía y el apoyo hacia los demás eran fundamentales para crear un ambiente positivo en la escuela. Aprendieron que, al ponerse en el lugar de los demás y actuar con amabilidad, podían marcar la diferencia en la vida de alguien.

Desde ese día, se convirtieron en defensores de la empatía, recordando siempre que cada pequeño gesto de amabilidad puede tener un impacto enorme en la vida de los demás.

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