El valor de la familia



Martín era un niño muy unido a su papá. Todos los días lo acompañaba hasta la fábrica donde trabajaba. Un viernes, Martín escuchó a su papá hablando con su mamá sobre la posibilidad de que lo despidieran. Martín se puso muy triste y asustado. No quería que su papá perdiera su trabajo. Esa noche, Martín no podía dormir pensando en lo que pasaría si su papá se quedaba sin trabajo. Entonces, decidió buscar una solución.

Al día siguiente, Martín le propuso a su papá: -Papá, ¿por qué no hablás con tu jefe y le mostrás lo bueno que hacés tu trabajo? Seguro que si ve lo mucho que te esforzás, no querrá despedirte.

-Pero, Martín, a veces las cosas no dependen solo de eso. Hay decisiones que toman otras personas y que no podemos controlar- le explicó su papá.

-Mamá dice que cuando uno quiere conseguir algo, tiene que esforzarse y luchar por eso. Si realmente querés quedarte en tu trabajo, creo que deberías intentarlo. Yo te puedo ayudar a preparar una lista con todas las cosas buenas que hacés día a día en la fábrica.

El papá de Martín lo miró con asombro y cariño. Admiraba la valentía de su hijo y su determinación por ayudarlo. Entonces, juntos, prepararon una lista con todas las contribuciones positivas que el papá había hecho en la fábrica. Al día siguiente, el papá llevó la lista a su jefe. Para sorpresa de todos, el jefe quedó impresionado con la dedicación y el compromiso del papá de Martín.

Finalmente, el jefe decidió no despedir al papá de Martín. Martín se sintió muy orgulloso de haber ayudado a su papá y entendió que, aunque a veces las cosas se pongan difíciles, siempre hay algo que podemos hacer al respecto. Aprendió que la unión familiar y el apoyo mutuo son fundamentales para superar los desafíos, y que juntos, como familia, pueden enfrentar cualquier problema que se les presentara.

FIN.

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