El valor de la honestidad
Juan y sus amigos, Tomás, Lucía, Sofía, Diego y Marcos, eran un grupo inseparable. Siempre se divertían juntos en el barrio y nunca se separaban.
Un día decidieron ir al kiosco de la esquina para comprar golosinas y refrescos. Cuando llegaron al kiosco, vieron que había una gran fila de personas esperando para ser atendidas. Juan propuso que entraran todos juntos para comprar más rápido.
Pero cuando llegó su turno, el kiosquero les dijo que solo podían comprar uno por persona. - ¡Qué malhumorado! -dijo Lucía. - Sí, parece que no le gustamos mucho -respondió Diego. Pero Juan tenía otra idea en mente.
Se acercó al mostrador y pidió una bolsa grande de caramelos mientras los demás distraían al kiosquero con preguntas sobre los productos del local. El kiosquero se dio cuenta del engaño de Juan e intentó retenerlo en la tienda junto a sus amigos hasta que llegara la policía.
Pero ellos eran muy astutos y lograron escapar corriendo hacia el parque cercano. Una vez allí, se dieron cuenta de lo mal que habían actuado. - No deberíamos haber robado esos caramelos -dijo Tomás con tristeza en su voz-.
¿Cómo vamos a arreglar esto? Juan pensó durante un momento antes de hablar:- Debemos ir al kiosco y pedir disculpas por lo que hicimos. Tal vez podamos trabajar allí unas horas para compensar nuestra falta.
Los demás estuvieron de acuerdo con la idea de Juan e inmediatamente fueron hacia el kiosco para hablar con el dueño. - Lo siento mucho por lo que hicimos -dijo Juan con sinceridad-. Queremos compensar nuestro error trabajando aquí unas horas para usted.
El kiosquero, sorprendido por la honestidad de los chicos, aceptó su oferta. Durante las próximas semanas, Juan y sus amigos trabajaron duro en el kiosco, aprendiendo sobre el negocio y ganándose la confianza del dueño.
Finalmente, después de varias semanas de arduo trabajo, el kiosquero les ofreció un trabajo permanente en su tienda. Los chicos estaban muy agradecidos y prometieron ser los mejores empleados que pudieran ser.
A partir de ese día, Juan y sus amigos aprendieron una valiosa lección sobre la importancia de la honestidad y el trabajo duro. Se dieron cuenta de que no había nada más importante que hacer lo correcto incluso cuando era difícil o incómodo.
Y juntos construyeron un futuro lleno de éxito gracias a esa experiencia.
FIN.