El valor de la imaginación


En un pequeño pueblo llamado Villa Alegre, vivía Lucas, un niño de 8 años con una gran imaginación. Lucas adoraba inventar historias y jugar a ser un valiente explorador.

Sin embargo, desde que su abuelo falleció, Lucas empezó a sentir miedo y a desarrollar paranoia. A menudo creía ver sombras que lo acechaban y escuchaba voces susurrando su nombre. Sus padres, preocupados, decidieron llevarlo a terapia, donde el doctor Martínez le enseñó a canalizar su creatividad en lugar de temerle.

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