El valor de la mediación


En una escuela llamada 'Rayitos de Sol', había un niño llamado Mateo que siempre se encontraba en medio de los conflictos entre sus compañeros.

Mateo no solo era bueno para resolver problemas, sino que también sabía escuchar a los demás y encontrar soluciones justas para todos. Un día, la directora de la escuela, la señorita Margarita, se dio cuenta del talento de Mateo y lo llamó a su oficina.

- 'Mateo, he notado que siempre estás ayudando a tus compañeros a resolver sus conflictos. ¿Te gustaría ser el mediador escolar?' Mateo no podía creerlo, ¡era su oportunidad de ayudar a toda la escuela! A partir de ese día, Mateo se convirtió en el mediador oficial de 'Rayitos de Sol'.

Los estudiantes acudían a él cuando tenían problemas, ya sean peleas en el patio, malentendidos en el aula o diferencias en los juegos. Mateo escuchaba atentamente a cada parte, buscaba el punto medio y proponía soluciones que satisfacían a todos.

Con el tiempo, la escuela se volvió un lugar más armonioso y los niños aprendieron a resolver sus conflictos de manera pacífica.

Mateo se convirtió en un ejemplo para todos, demostrando que la mediación y el diálogo son fundamentales para la convivencia. La señorita Margarita decidió organizar un acto especial para reconocer la labor de Mateo como mediador escolar. Todos los estudiantes y maestros se reunieron en el patio para agradecer a Mateo por su valiosa contribución a la escuela.

Mateo sintió una alegría inmensa al ver a sus compañeros sonreír y darse abrazos, sabiendo que él había ayudado a construir ese ambiente de entendimiento y respeto.

Desde ese día, la figura de Mateo como mediador escolar inspiró a otros niños a seguir sus pasos, convirtiendo a 'Rayitos de Sol' en un lugar donde todos se sentían escuchados y respetados.

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