El valor de la obediencia



Había una vez en la selva africana un pequeño león llamado Simba, que era muy inquieto y curioso.

Sus papás, Leo y Leona, siempre le advertían sobre los peligros de alejarse demasiado de la cueva sin su supervisión, pero a Simba no le gustaba que le dijeran qué hacer. Una tarde soleada, mientras sus papás descansaban después de cazar, Simba decidió aventurarse más allá de lo permitido.

"-Simba, vuelve aquí ahora mismo", gritó Leona preocupada al ver cómo su cachorro se adentraba en la espesura. Pero el pequeño león siguió adelante, convencido de que podía cuidarse solo. A medida que avanzaba por la selva, Simba se fue dando cuenta de lo grande y laberíntica que era.

El sol comenzaba a ponerse y los sonidos desconocidos lo asustaban. Intentó regresar siguiendo su rastro, pero todo lucía igual a su alrededor. De repente, escuchó un rugido amenazador seguido por ramas crujir cerca de él.

Asustado y perdido, Simba corrió en dirección opuesta hasta tropezar con una roca y lastimarse una pata. Llorando y temblando de miedo se quedó allí sin saber qué hacer.

En ese momento apareció frente a él un elefante anciano llamado Babú que notó su desesperación. "-¿Qué te pasa pequeño león? ¿Por qué estás tan triste?", preguntó con voz amable el sabio elefante.

Entre sollozos, Simba contó cómo había desobedecido a sus padres y ahora estaba perdido en la selva sin poder encontrar el camino de regreso a casa. Babú escuchó atentamente y luego dijo: "-No te preocupes Simba, yo te ayudaré a encontrar tu camino de vuelta".

El elefante guio al pequeño león por senderos conocidos hasta llegar finalmente a la cueva donde Leo y Leona angustiados esperaban noticias sobre su hijo perdido. Al verlos, Simba corrió hacia ellos entre lágrimas pidiendo perdón por haber desobedecido.

Leo y Leona abrazaron emocionados a su hijo mientras Babú les explicaba lo ocurrido. A partir de ese día, Simba aprendió la importancia de obedecer las indicaciones de sus padres para mantenerse seguro.

La familia león vivió muchas otras aventuras juntos en la selva, pero desde entonces Simba nunca más desobedeció las reglas impuestas por sus papás sabiendo que siempre velaban por su bienestar y protección.

Y así concluye esta historia donde un pequeño error lleva grandes enseñanzas para un valiente cachorro llamado Simba en medio del mágico mundo salvaje de África.

FIN.

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