El valor de la obediencia



Había una vez en un parque muy grande cinco niños llamados Martín, Julieta, Lucas, Valentina y Tomás, que eran muy amigos. Les encantaba jugar en el columpio, subían bien alto y se divertían muchísimo.

Un día, mientras jugaban, Martín desobedeció las reglas y se paró en el asiento del columpio, a pesar de las advertencias de sus amigos. De repente, perdió el equilibrio y cayó al suelo, lastimándose un poco. Todos se asustaron mucho y corrieron a ayudarlo.

-¡Martín, te dijimos que no te pararas en el columpio! ¡Ahora te lastimaste! -exclamó Julieta preocupada. Martín, avergonzado, reconoció su error y pidió disculpas. A partir de ese momento, comprendió la importancia de obedecer las reglas para evitar accidentes.

Afortunadamente, Martín se recuperó pronto y entre todos decidieron jugar a las escondidas, recordando siempre la lección aprendida. Desde entonces, Martín fue más consciente de seguir las reglas y animaba a sus amigos a hacer lo mismo.

Juntos aprendieron que la obediencia es clave para la seguridad y el bienestar de todos.

FIN.

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