El valor de la perseverancia


Era un día soleado en la ciudad de Buenos Aires y todos los niños estaban emocionados por el partido de fútbol que se jugaba esa tarde.

La final del campeonato mundial estaba a punto de comenzar y todos esperaban con ansias ver a su ídolo, Lionel Messi, liderando al equipo argentino hacia la victoria. Los minutos pasaron y el partido empezó. Argentina luchaba con todas sus fuerzas pero los franceses parecían ser más fuertes ese día.

A pesar de los esfuerzos del equipo argentino, al final del partido fueron derrotados por 2 goles contra 1.

Los niños estaban tristes al ver a su equipo perder, pero lo que más les preocupaba era cómo se sentiría Messi después de haber perdido la final. Algunos decían que seguramente estaría muy triste y desanimado. Pero entonces apareció un pequeño niño llamado Tomás, quien siempre había admirado a Messi desde que era muy joven.

Él sabía que perder no era fácil, pero también sabía que lo importante era levantarse y seguir adelante. "Vamos chicos -dijo Tomás-, sé que estamos tristes por la derrota pero tenemos que apoyar a nuestro equipo y especialmente a Messi".

Todos los demás niños lo miraron sorprendidos: ¿cómo podía alguien estar tan positivo después de una derrota tan dolorosa?"¿Qué quieres decir?" -preguntó uno de ellos-.

Tomás tomó un respiro antes de responder:"Bueno chicos, aunque perdimos hoy debemos recordar todo lo bueno que hizo nuestro equipo durante todo el torneo. Y aunque Messi no ganó esta vez, él sigue siendo uno de los mejores jugadores de fútbol del mundo.

Además, estoy seguro de que él no se rendirá y seguirá luchando por su equipo y por su país". Los demás niños escucharon atentamente las palabras de Tomás y poco a poco empezaron a sentirse mejor. A pesar de la derrota, sabían que tenían mucho por qué estar orgullosos.

"Tienes razón Tomás -dijo uno de ellos-, ¡Messi siempre es un ganador para nosotros!".

Y así, gracias a las palabras inspiradoras de Tomás, los niños aprendieron una valiosa lección: que aunque la vida puede tener altibajos, lo importante es mantenerse positivos y seguir adelante con fuerza y determinación. Y quién sabe, quizás algún día ellos mismos serán los futuros campeones del mundo.

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