El valor de la perseverancia
En una pequeña ciudad de Argentina, vivía un niño llamado Juanito. A pesar de ser muy estudioso y bueno, su padre, Don Ernesto, era una persona muy malvada que constantemente le decía que no serviría para nada.
Juanito, a pesar de tener un padre así, continuaba estudiando sin descanso. Durante el recreo, se sentaba en un rincón para repasar sus apuntes, pero sus compañeros se burlaban de él y le botaban sus útiles escolares al suelo. A pesar de eso, él siempre respondía con una sonrisa y recogía sus cosas.
Un día, Juanito conoció a Doña Clara, la bibliotecaria de la escuela. Ella era una señora amable y sabia que le enseñó a Juanito que, a pesar de las dificultades, nunca debía rendirse y que cada desafío le haría más fuerte.
Con el tiempo, Juanito se convirtió en un ejemplo para sus compañeros. Mostró que con esfuerzo y valentía, se podían superar todas las dificultades. Incluso su padre, al ver la determinación de su hijo, empezó a cambiar su actitud.
Desde ese día, Juanito siguió estudiando con más empeño que nunca. Y a medida que avanzaba en sus estudios, se dio cuenta de que los desafíos y las burlas solo le habían ayudado a ser más fuerte y perseverante. Juanito se convirtió en un gran ejemplo de valentía y constancia para todos los niños de la escuela.
Y colorín, colorado, este cuento ha terminado.
FIN.