El valor de la puntualidad en la selva peruana

En la selva peruana, vivían tres amigos llamados Alexsa, Ruth y Fabricio. Un día, los tres amigos planeaban ir de excursión al bosque encantado que se encontraba al otro lado del río.

Habían acordado encontrarse temprano en el punto de encuentro, pero cuando llegó la hora acordada, Alexsa y Ruth estaban listas, pero Fabricio aún no aparecía. "¡Oh no, Fabricio siempre llega tarde!" dijo Alexsa con preocupación. "Sí, es verdad. Deberíamos ir sin él", agregó Ruth.

Sin embargo, decidieron esperar un poco más por su amigo. Cuando finalmente Fabricio llegó, se disculpó por llegar tarde y les explicó que su carro había tenido un problema. Los tres amigos cruzaron el río y comenzaron su emocionante excursión por el bosque.

Mientras caminaban, se encontraron con un animal salvaje y tuvieron que huir rápidamente. Ruth les recordó la importancia de ser puntuales, ya que si hubieran llegado tarde, el animal los habría sorprendido en el camino.

Fabricio entendió la lección y prometió ser más puntual en el futuro. Desde entonces, los tres amigos valoraron la importancia de la puntualidad, entendiendo que ser ordenados y cumplir con los compromisos a tiempo podía marcar la diferencia en diferentes situaciones de la vida.