El valor de la sinceridad
Había una vez en un tranquilo estanque, un pato llamado Pato, y una tortuga llamada Tita. Pato y Tita eran grandes amigos y pasaban horas jugando juntos en el agua.
Un día, Pato estaba nadando por el estanque cuando vio algo brillante en el fondo. Excitado, se sumergió y descubrió un hermoso collar de perlas.n"¡Wow! ¡Esto es increíble!", exclamó Pato.nTita, que estaba tomando sol en una roca, escuchó el alboroto y fue a ver qué pasaba.n"¿Qué encontraste, Pato?", preguntó Tita.n"¡Mira
este collar de perlas que encontré! Es espectacular", respondió Pato con entusiasmo.nTita observó el collar y de repente recordó algo. "Ese collar de perlas se parece mucho al que perdió la señora Pata la semana pasada.
Estaba desconsolada por haberlo extraviado. Deberíamos devolvérselo", dijo Tita con preocupación.nPato se sintió incómodo. "Pero Tita, este collar es tan lindo. ¿No podríamos quedárnoslo? Además, la señora Pata ni siquiera sabría que lo encontramos", respondió Pato tratando de convencer a Tita.nTita frunció el ceño.
"Pato, debemos ser honestos y decirle la verdad a la señora Pata. Eso es lo correcto y lo que haría un buen amigo".nPato reflexionó por un momento y finalmente asintió.
Juntos fueron a la casa de la señora Pata y le devolvieron el collar de perlas. La señora Pata estaba extasiada y agradecida, y les agradeció con un gran abrazo.nDesde ese día, Pato y Tita comprendieron lo importante que era decir siempre la verdad, incluso cuando resultara difícil.
Aprendieron que la honestidad y la sinceridad son valores que fortalecen la amistad y generan confianza. Y así, Pato y Tita continuaron viviendo muchas aventuras juntos, siempre siendo honestos el uno con el otro y con todos a su alrededor.
FIN.