El valor de las palabras
Había una vez una niña llamada Martina, a quien le encantaba salir a explorar el mundo. Un día soleado, decidió dar un paseo por el parque cercano a su casa.
Caminaba tranquila y curiosa, observando las flores y escuchando el canto de los pájaros. De repente, mientras se adentraba en el bosquecito del parque, tropezó con una raíz que sobresalía del suelo y cayó de bruces al suelo.
Martina se levantó rápidamente, pero algo había cambiado en ella. Sentía miedo de seguir caminando y temor de volver a caerse. Martina decidió sentarse en un banco para descansar y reflexionar sobre lo ocurrido.
En ese momento apareció Don Tomás, un anciano muy sabio que solía frecuentar el parque. "Hola Martina ¿qué te ha pasado?"- preguntó amablemente Don Tomás mientras se acercaba al banco donde estaba la niña. "Me caí y ahora tengo miedo de seguir caminando"- respondió Martina con tristeza en sus ojos.
"¿Qué hago ahora?"Don Tomás sonrió comprensivamente y le dijo: "Martina, las caídas forman parte de la vida. Todos nos hemos tropezado alguna vez. Lo importante es cómo reaccionamos ante ellas.
"La niña miró atentamente al anciano esperando por más palabras de sabiduría. "Cuando te caes tienes dos opciones: quedarte tirada en el suelo lamentándote o levantarte nuevamente e intentarlo otra vez"- continuó Don Tomás. "El miedo es normal, pero no debes dejar que te paralice.
Siempre habrá obstáculos en el camino, pero eso no significa que debas rendirte. "Martina asintió con la cabeza y se levantó del banco decidida a superar su miedo. Tomó la mano de Don Tomás y juntos empezaron a caminar nuevamente.
Mientras avanzaban por el parque, Martina notó que había muchas cosas interesantes para descubrir: un árbol gigante con ramas retorcidas, una ardilla saltando de rama en rama y una mariposa revoloteando entre las flores.
"¡Mira Don Tomás! ¡Hay tantas cosas hermosas aquí!"- exclamó Martina emocionada. "No puedo creer que haya estado tan asustada. "El anciano sonrió orgulloso y le dijo: "Así es Martina, la vida está llena de sorpresas maravillosas.
Pero para disfrutarlas al máximo necesitas ser valiente y superar tus miedos. "Martina entendió el mensaje de Don Tomás y prometió enfrentar cada obstáculo con coraje. A partir de ese día, se convirtió en una niña valiente y aventurera, dispuesta a explorar el mundo sin temor.
Y así fue como Martina aprendió que caerse no era algo malo, sino una oportunidad para levantarse más fuerte. Desde aquel día nunca dejó que el miedo le impidiera seguir adelante y siempre recordaba las palabras de sabiduría de Don Tomás.
Y colorín colorado, esta historia ha terminado.
FIN.