El valor de los peluches

Jesus era un niño muy valiente, pero tenía un pequeño problema: le daba miedo dormir solo en su habitación.

Sus padres siempre lo acompañaban hasta que se quedara dormido, pero esa noche habían tenido que salir de casa por un momento. Cuando Jesus se encontró solo en su cuarto, empezó a escuchar ruidos extraños. El viento soplaba fuerte afuera y las ramas de los árboles rozaban contra la ventana.

Los peluches que adornaban su cama parecían cobrar vida y transformarse en monstruos espeluznantes. "¡Ayuda! ¡Me quieren comer!"- gritó Jesus mientras corría asustado por toda la casa. Los peluches monstruosos lo perseguían sin descanso, saltando y gruñendo detrás de él.

Jesus buscaba desesperadamente una salida, pero parecía que no había escapatoria. Sin embargo, justo cuando los peluches estaban a punto de alcanzarlo, Jesus despertó sobresaltado en su cama. Estaba sudando y respirando agitado. Se dio cuenta de que todo había sido solo una pesadilla.

Justo en ese momento, sus padres llegaron a casa y entraron corriendo a la habitación preocupados por los gritos de Jesus. "¿Qué pasó? ¿Estás bien?"- preguntaron con angustia sus padres.

Jesus les explicó cómo había tenido miedo al quedarse solo y cómo los peluches se habían convertido en monstruos malvados en su sueño. Sus padres lo abrazaron cariñosamente y le dijeron:"Sabemos que a veces puedes tener miedo, pero queremos que sepas que siempre estaremos aquí para protegerte.

Además, los sueños no son reales, solo son historias que nuestra mente inventa mientras dormimos". Jesus se sintió aliviado y abrazó a sus padres con fuerza. "Gracias por estar siempre conmigo y cuidarme"- dijo Jesus.

Desde aquel día, Jesus aprendió a enfrentar sus miedos recordando las palabras de sus padres. Aunque todavía tenía temores de vez en cuando, sabía que podía superarlos con valentía y el amor incondicional de su familia.

Y así, Jesus creció siendo un niño valiente y seguro de sí mismo. Siempre recordaba esa noche en la que enfrentó a los peluches monstruosos en su sueño y supo que podía enfrentar cualquier desafío que se le presentara en la vida.

La historia de Jesus nos enseña la importancia del apoyo familiar y cómo el amor puede ayudarnos a superar nuestros miedos más profundos. Nos recuerda también que los sueños no son más que fantasías temporales y no deben dejarnos asustados o preocupados durante el día.

Con esta lección en mente, todos podemos enfrentar nuestros miedos como lo hizo Jesus: con valentía, confianza y el amor inquebrantable de aquellos que nos rodean.