El valor de Mateo



Había una vez en un hermoso bosque, donde los árboles se mecían suavemente con la brisa y los pájaros cantaban alegremente, que llegó la estación más esperada: la primavera.

Todos los seres del bosque estaban emocionados por el gran despertar de la naturaleza. El sol brillaba con fuerza y las flores comenzaron a abrir sus pétalos de colores vivos. Los animalitos salían de sus madrigueras y comenzaban a jugar y explorar el bosque.

Entre ellos, había un conejito llamado Mateo, que siempre había sido un poco tímido y tenía miedo de probar cosas nuevas. Un día, mientras Mateo daba saltitos por el bosque, se encontró con una mariposa muy especial.

Era grande y brillante, con alas de colores que relucían bajo los rayos del sol. La mariposa le dijo a Mateo:- ¡Hola amiguito! ¿Por qué pareces tan preocupado? Mateo respondió tímidamente:- Hola... es que no sé si debería probar cosas nuevas.

Siempre me da miedo salir de mi zona de confort. La mariposa sonrió con ternura y le dijo:- No tengas miedo, querido Mateo. La primavera es el momento perfecto para descubrir nuevas aventuras y aprender cosas nuevas sobre ti mismo.

¿Por qué no vienes conmigo a volar entre las flores? A pesar de sus dudas, Mateo decidió seguir a la mariposa. Se adentraron en el bosque juntos y pronto se encontraron rodeados de campos llenos de margaritas y girasoles.

La mariposa revoloteaba feliz entre las flores, mientras Mateo observaba maravillado. De repente, escucharon un ruido proveniente del otro lado del claro. Era un zorrito travieso que estaba atrapado en una red dejada por humanos descuidados.

El zorrito lloraba desconsoladamente, sin poder liberarse. La mariposa miró a Mateo y le dijo:- ¡Debemos ayudarlo! Tú eres valiente en tu interior, solo debes dejar salir esa valentía.

Con determinación en su corazón, Mateo corrió hacia el zorrito y logró desatarlo con sus pequeñas patitas ágiles. El zorrito lo miró agradecido y le dijo:- ¡Gracias por salvarme! Eres realmente valiente y generoso.

Mateo sonrió orgulloso y supo en ese momento que era capaz de hacer cosas increíbles cuando se lo proponía. Desde ese día en adelante, Mateo se convirtió en el héroe del bosque. Ayudaba a todos los animales necesitados sin dudarlo ni un segundo.

Ya no tenía miedo de probar cosas nuevas ni de enfrentarse a desafíos desconocidos.

Y así fue como el gran despertar de la primavera no solo trajo consigo la renovación de la naturaleza, sino también la transformación interior de un pequeño conejito llamado Mateo, quien aprendió que dentro suyo había una valentía infinita lista para brillar ante cualquier adversidad.

FIN.

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