El valor de Matías



Había una vez un niño llamado Matías, quien a pesar de ser valiente y amable, tenía mucho temor de ir al colegio. Siempre se sentía inseguro porque sus calificaciones no eran las mejores y eso le generaba muchas preocupaciones.

Un día, mientras Matías caminaba hacia el colegio con su mochila llena de libros, se encontró con su vecina Doña Rosa. Ella era una señora mayor muy sabia y siempre tenía palabras de aliento para todos.

Doña Rosa notó que Matías estaba triste y le preguntó qué le pasaba. Él le contó sobre su miedo a ir al colegio por sus malas calificaciones.

Doña Rosa sonrió y le dijo: "Matías, el valor no solo se encuentra en los resultados académicos, sino en la forma en que enfrentas tus temores". Intrigado por las palabras de Doña Rosa, Matías decidió seguir su consejo e intentar enfrentar sus miedos.

Ese mismo día en el colegio, cuando la maestra hizo una pregunta difícil sobre matemáticas, Matías levantó la mano sin dudarlo y respondió correctamente. Todos quedaron sorprendidos, incluyendo a Matías mismo.

A partir de ese momento, él comenzó a sentirse más seguro consigo mismo y cada día participaba más en clase sin importar si sus respuestas eran correctas o incorrectas. Sin embargo, aún había algo que lo preocupaba: el examen final del año. Sabía que debía estudiar mucho para poder aprobarlo y superar así sus malas calificaciones anteriores.

Matías dedicó todas las tardes después del colegio a estudiar junto a su mamá. Ella lo apoyaba y le recordaba que lo importante no era obtener una calificación perfecta, sino dar lo mejor de sí mismo.

El día del examen final llegó y Matías se sentía nervioso. Pero esta vez, en lugar de dejarse llevar por el miedo, decidió confiar en sus habilidades y en todo el esfuerzo que había puesto durante el año.

Cuando recibió su nota, Matías no podía creerlo: ¡había obtenido una excelente calificación! Estaba orgulloso de sí mismo y sabía que había superado su miedo gracias a su valentía y determinación.

Desde ese momento, Matías entendió que las calificaciones no definían quién era él como persona. Aprendió a valorar su esfuerzo y a ser amable consigo mismo, sin importar los resultados académicos. Y así, Matías continuó enfrentando cada desafío con valentía y amabilidad.

Siempre recordaba las palabras de Doña Rosa: "El valor se encuentra en la forma en que enfrentas tus temores". Y eso fue exactamente lo que hizo Matías, convirtiéndose en un niño valiente e inspirador para todos los demás.

FIN.

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